Löydetty 177 Tulokset: Suf

  • ¿Por qué te quejas de tu quebranto? Irremediable es tu sufrimiento; por tu gran culpa, por ser enormes tus pecados te he hecho esto. (Jeremías 30, 15)

  • En aquellos días no dirán más: «Los padres comieron el agraz, y los dientes de los hijos sufren de dentera»; (Jeremías 31, 29)

  • Tú dijiste: «¡Ay de mí, que añade Yahveh congoja a mi sufrimiento! Me he agotado en mi jadeo, pero sosiego no hallé.» (Jeremías 45, 3)

  • De pronto cayó Babilonia y se rompió. Ululad por ella, tomad bálsamo para su sufrimiento, a ver si sana. (Jeremías 51, 8)

  • «Mi atropello y mis sufrimientos sobre Babilonia», dirá la población de Sión; y «mi sangre sobre los habitantes de Caldea», dirá Jerusalén. (Jeremías 51, 35)

  • Y he aquí que efectivamente yacen tirados por el suelo al calor del día y al frío de la noche; y ellos murieron en medio en medio de atroces sufrimientos,de hambre, de espada y de peste; (Baruc 2, 25)

  • que tomaste a tus hijos y a tus hijas que me habías dado a luz y se los sacrificaste como alimento. ¿Acaso no era suficiente tu prostitución, (Ezequiel 16, 20)

  • ¿Por qué andáis repitiendo este proverbio en la tierra de Israel: Los padres comieron el agraz, y los dientes de los hijos sufren la dentera? (Ezequiel 18, 2)

  • Haré brotar para ellos un plantío famoso; no habrá más víctimas del hambre en el país, ni sufrirán más el ultraje de las naciones. (Ezequiel 34, 29)

  • Por ello, profetiza sobre la tierra de Israel. Dirás a los montes y a las colinas, a los barrancos y a los valles: Así dice el Señor Yahveh: Ved que hablo en mis celos y mi furor: Porque habéis sufrido el ultraje de las naciones, (Ezequiel 36, 6)

  • No consentiré que vuelvas a oír el ultraje de las naciones, no sufrirás más los insultos de los pueblos, y no volverás a privar de hijos a tu nación, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 36, 15)

  • Multiplicaré los frutos de los árboles y los productos de los campos, para que no sufráis más el oprobio del hambre entre las naciones. (Ezequiel 36, 30)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina