Löydetty 267 Tulokset: Sebaot

  • Dejará de existir el baluarte de Efraím y el reinado de Damasco, y el resto de Aram vendrá a ser como la gloria de los israelitas - oráculo de Yahveh Sebaot -. (Isaías 17, 3)

  • En aquel tiempo se presentará un obsequio a Yahveh Sebaot, al lugar del nombre de Yahveh Sebaot, el monte Sión, de parte de un pueblo esbelto y de brillante piel, y de parte de un pueblo temible desde siempre, nación vigorosa y dominadora, cuya tierra surcan ríos. (Isaías 18, 7)

  • Entregaré a Egipto en manos de un señor duro, y un rey cruel los dominará - oráculo del Señor Yahveh Sebaot -. (Isaías 19, 4)

  • Pues entonces, ¿dónde están tus sabios? Que te manifiesten, pues, y te hagan conocer lo que ha planeado Yahveh Sebaot tocante a Egipto. (Isaías 19, 12)

  • Aquel día será Egipto como las mujeres. Temblará y se espantará cada vez que Yahveh Sebaot menee su mano contra él. (Isaías 19, 16)

  • El territorio de Judá será la afrenta de Egipto: cada vez que se lo mienten, se espantará ante los planes que Yahveh Sebaot está trazando contra él. (Isaías 19, 17)

  • Aquel día habrá cinco ciudades en tierra de Egipto que hablarán la lengua de Canaán y que jurarán por Yahveh Sebaot: Ir Haheres se llamará una de ellas. (Isaías 19, 18)

  • Estará como señal y testimonio de Yahveh Sebaot en el país de Egipto. Cuando clamen a Yahveh a causa de los opresores, les enviará un libertador que los defenderá y librará. (Isaías 19, 20)

  • pues le bendecirá Yahveh Sebaot diciendo: «Bendito sea mi pueblo Egipto, la obra de mis manos Asur, y mi heredad Israel.» (Isaías 19, 25)

  • Trilla mía y parva de mi era: lo que he oído de parte de Yahveh Sebaot, Dios de Israel, os lo he anunciado. (Isaías 21, 10)

  • Porque es día de perturbación, de extravío y de aplastamiento para el Señor Yahveh Sebaot. En el valle de la Visión se zapa un muro y el grito de socorro llega a la montaña, (Isaías 22, 5)

  • Llamaba el Señor Yahveh Sebaot aquel día a lloro y a lamento y a raparse y ceñirse de sayal, (Isaías 22, 12)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina