Löydetty 93 Tulokset: Real

  • Pero todo esto nada significa para mí, mientras vea que el judío Mardoqueo, sigue sentado a la Puerta Real.» (Ester 5, 13)

  • deben tomarse regias vestiduras que el rey haya vestido, y un caballo que el rey haya montado, y en cuya cabeza se haya puesto una diadema real. (Ester 6, 8)

  • Dijo el rey a Amán: «Toma al momento vestidos y caballo, tal como lo has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está en la Puerta Real. No dejes de cumplir ni un solo detalle.» (Ester 6, 10)

  • Después Mardoqueo se quedó en la Puerta Real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su casa, entristecido y con la cabeza encubierta. (Ester 6, 12)

  • ya que Mardoqueo era influyente en el palacio real y su fama se había extendido por todas las provincias; pues, en efecto, de día en día se acrecentaba su poder. (Ester 9, 4)

  • judío, que habitaba en la ciudad de Susa, varón ilustre, adscrito al servicio del palacio real. (Ester 11, 3)

  • Pero Amán, hijo de Hamdatá, del país de Agag, que gozaba del favor real, buscaba la ruina de Mardoqueo y de su pueblo, por el asunto de los dos eunucos del rey. (Ester 12, 6)

  • Franqueando todas las puertas, llegó hasta la presencia del rey; estaba el rey sentado en el trono real, revestido de las vestiduras de las ceremonias públicas, cubierto de oro y piedras preciosas y con aspecto verdaderamente impresionante. (Ester 15, 9)

  • y abandonara cada uno sus peculiares costumbres. Los gentiles acataron todos el edicto real (I Macabeos 1, 42)

  • Apenas había concluido de pronunciar estas palabras, cuando un judío se adelantó, a la vista de todos, para sacrificar en el altar de Modín, conforme al decreto real. (I Macabeos 2, 23)

  • David, por su piedad, heredó un trono real para siempre. (I Macabeos 2, 57)

  • Dejó a Lisias, personaje de la nobleza y de la familia real, al frente de los negocios del rey desde el río Eufrates hasta la frontera de Egipto; (I Macabeos 3, 32)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina