Löydetty 259 Tulokset: Orden

  • Cumplida la orden, y pasado algún tiempo, el sol que antes estaba nublado volvió a brillar, y se encendió una llama tan grande que todos quedaron maravillados. (II Macabeos 1, 22)

  • Apolonio en conversación con el rey le habló de las riquezas de que había tenido noticia y entonces el rey designó a Heliodoro, el encargado de sus negocios, y le envió con la orden de realizar la trasferencia de las mencionadas riquezas. (II Macabeos 3, 7)

  • Fue, pues, el rey a toda prisa, para poner orden en la situación, dejando como sustituto a Andrónico, uno de los dignatarios. (II Macabeos 4, 31)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, ataques y cargas de una y otra parte, movimiento de escudos, espesura de lanzas, espadas desenvainadas, lanzamiento de dardos, resplandores de armaduras de oro y corazas de toda clase. (II Macabeos 5, 3)

  • envió al Misarca Apolonio con un ejército de 22.000 hombres, y la orden de degollar a todos los que estaban en el vigor de la edad, y de vender a las mujeres y a los más jóvenes. (II Macabeos 5, 24)

  • con orden de degollar a los que no adoptaran el cambio a las costumbres griegas. Podíase ya entrever la calamidad inminente. (II Macabeos 6, 9)

  • En cuanto a los detalles, tengo dada orden a vuestros enviados y a los míos de que los discutan con vosotros. (II Macabeos 11, 20)

  • Una vez que todos juntos cumplieron la orden y suplicaron al Señor misericordioso con lamentaciones y ayunos y postraciones durante tres días seguidos, Judas les animó y les mandó que estuvieran preparados. (II Macabeos 13, 12)

  • Por orden de su jefe, salieron inmediatamente de allí y trabaron lucha con ellos junto al pueblo de Dessáu. (II Macabeos 14, 16)

  • Pero, como no era posible oponerse al rey, aguardaba la oportunidad de ejecutar la orden con alguna estratagema. (II Macabeos 14, 29)

  • Cuando las tropas estaban a punto de apoderarse de la torre, forzando la puerta del patio y con orden de prender fuego e incendiar las puertas, Razías, acosado por todas partes, se echó sobre la espada. (II Macabeos 14, 41)

  • Todos aguardaban la decisión inmimente. Los enemigos se habían concentrado y el ejército se había alineado en orden de batalla. Los elefantes se habían situado en lugar apropiado y la caballería estaba dispuesta en las alas. (II Macabeos 15, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina