Löydetty 238 Tulokset: Haré

  • que como te juré por Yahveh, Dios de Israel, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar, así lo haré hoy mismo.» (I Reyes 1, 30)

  • Jiram envió a decir a Salomón: «He oído lo que me enviaste a decir. Yo haré cuanto deseas en madera de cedro y de ciprés. (I Reyes 5, 22)

  • No lo haré sin embargo en vida tuya por causa de David tu padre; lo arrancaré de mano de tu hijo. (I Reyes 11, 12)

  • Te tomaré a ti y te haré reinar sobre cuanto desee tu alma, y serás rey de Israel. (I Reyes 11, 37)

  • Un yugo pesado cargó mi padre, mas yo haré más pesado vuestro yugo; mi padre os azotaba con azotes pero yo os azotaré con escorpiones.» (I Reyes 12, 11)

  • y hablándoles según el consejo de los jóvenes diciendo: «Mi padre hizo pesado vuestro yugo, yo lo haré más pesado todavía. Mi padre os ha azotado con azotes, mas yo os azotaré con escorpiones.» (I Reyes 12, 14)

  • Dijo el rey al hombre de Dios: «Entra en casa conmigo para confortarte y te haré un regalo.» (I Reyes 13, 7)

  • Dijo a los enviados de Ben Hadad: «Decid a mi señor el rey: Todo lo que mandaste la primera vez a tu siervo, lo haré; pero esto no puedo hacerlo.» Se fueron los mensajeros llevando la respuesta. (I Reyes 20, 9)

  • Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nebat, y como la casa de Basá, hijo de Ajías, por la irritación con que me has irritado y por haber hecho pecar a Israel. (I Reyes 21, 22)

  • Respondió: "Iré y me haré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas." Yahveh dijo: "Tú conseguirás engañarle. Vete y hazlo así." (I Reyes 22, 22)

  • Ezequías, rey de Judá, envió a decir a Senaquerib a Lakís: «He pecado; deja de atacarme, y haré cuanto me digas.» El rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro. (II Reyes 18, 14)

  • Voy a poner en él un espíritu, oirá una noticia y se volverá a su tierra, y en su tierra yo le haré caer a espada.» (II Reyes 19, 7)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina