Löydetty 226 Tulokset: árbol bueno

  • Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. (Lamentaciones 3, 27)

  • Y hasta las selvas y todo árbol aromático darán sombra a Israel por orden de Dios. (Baruc 5, 8)

  • Y sabréis que yo soy Yahveh, cuando sus víctimas queden allí entre sus basuras alrededor de sus altares, en toda colina elevada, en la cima de todos los montes, bajo todo árbol verde, bajo toda encina frondosa, dondequiera que ofrecen calmante aroma a todas sus basuras. (Ezequiel 6, 13)

  • Y todos los árboles del campo sabrán que yo, Yahveh, humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde, hago secarse al árbol verde y reverdecer al árbol seco. Yo, Yahveh, he hablado y lo haré. (Ezequiel 17, 24)

  • Dirás al bosque del Négueb: Escucha la palabra de Yahveh. Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo te prendo fuego, que devorará todo árbol verde y todo árbol seco; será una llama que no se apagará, y arderá todo, desde el Négueb hasta el Norte. (Ezequiel 21, 3)

  • No le igualaban los demás cedros en el jardín de Dios, los cipreses no podían competir con su ramaje, los plátanos no tenían ramas como las suyas. Ningún árbol, en el jardín de Dios, le igualaba en belleza. (Ezequiel 31, 8)

  • Ha sido para que ningún árbol plantado junto a las aguas se engría de su talla, ni levante su copa por entre las nubes, y para que ningún árbol bien regado se estire hacia ellas con su altura. ¡Porque todos ellos están destinados a la muerte, a los infiernos, como el común de los hombres, como los que bajan a la fosa! (Ezequiel 31, 14)

  • El árbol del campo dará su fruto, la tierra dará sus productos, y ellos vivirán en seguridad en su suelo. Y sabrán que yo soy Yahveh, cuando despedace las barras de su yugo y los libre de la mano de los que los tienen esclavizados. (Ezequiel 34, 27)

  • Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. (Daniel 3, 89)

  • «En mi lecho, contemplaba las visiones de mi cabeza: «Un árbol había en el centro de la tierra, de altura muy grande. (Daniel 4, 7)

  • El árbol creció, se hizo corpulento, su altura llegaba hasta el cielo, su expansión, hasta los confines de la tierra. (Daniel 4, 8)

  • Con recia voz gritaba así: "Abatid el árbol, cortad sus ramas, arrancad sus hojas, tirad sus frutos; váyanse las bestias de debajo de él, y los pájaros de sus ramas. (Daniel 4, 11)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina