Löydetty 147 Tulokset: veces
Cuando el servidor partió, David subió del lado del sur y se postró tres veces con el rostro en tierra. Después, uno y otro se abrazaron llorando, hasta que la pena de David creció más todavía. (I Samuel 20, 41)
Pagará cuatro veces el valor de la oveja, por haber obrado así y no haber tenido compasión". (II Samuel 12, 6)
Pero los hombres de Israel replicaron a los de Judá: "Nosotros tenemos sobre el rey, incluso sobre David, diez veces más derechos que ustedes. ¿Por qué nos han relegado? ¿No fuimos nosotros los primeros en proponer que volviera nuestro rey?". A esto respondieron los hombres de Judá con palabras aún más duras. (II Samuel 19, 44)
Joab respondió al rey: "Que el Señor, tu Dios, multiplique al pueblo cien veces más de lo que es, y que los ojos de mi señor, el rey, puedan verlo. Pero ¿por qué quieres hacer esto?". (II Samuel 24, 3)
Tres veces al año, Salomón ofrecía holocaustos y sacrificios de comunión sobre el altar que había erigido al Señor, y quemaba incienso sobre el altar que estaba delante del Señor. Así completó la construcción de la Casa. (I Reyes 9, 25)
El Señor se indignó contra Salomón, porque su corazón se había apartado de él, el Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces (I Reyes 11, 9)
Después se tendió tres veces sobre el niño, invocó al Señor y dijo: "¡Señor, Dios mío, que vuelva la vida a este niño!". (I Reyes 17, 21)
Y dijo a su servidor: "Sube y mira hacia el mar". Él subió, miró y dijo: "No hay nada". Elías añadió: "Vuelve a hacerlo siete veces". (I Reyes 18, 43)
Pero el rey le dijo: "¿Cuántas veces tendré que conjurarte a que no me digas más que la verdad en nombre del Señor?". (I Reyes 22, 16)
Se puso a caminar por la casa de un lado a otro, se levantó y se recostó sobre él hasta siete veces. Entonces el muchacho estornudó y abrió los ojos. (II Reyes 4, 35)
Eliseo mandó un mensajero para que le dijera: "Ve a bañarte siete veces en el Jordán; tu carne se restablecerá y quedarás limpio". (II Reyes 5, 10)
Entonces bajó y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios; así su carne se volvió como la de un muchacho joven y quedó limpio. (II Reyes 5, 14)