Löydetty 11 Tulokset: torbellino

  • Esto es lo que sucedió cuando el Señor arrebató a Elías y lo hizo subir al cielo en el torbellino. Elías y Eliseo partieron de Guilgal, (II Reyes 2, 1)

  • Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino. (II Reyes 2, 11)

  • En pleno día lo asaltan los terrores y por la noche lo arrebata un torbellino. (Job 27, 20)

  • irrumpen como por una ancha brecha, avanzan rodando como un torbellino. (Job 30, 14)

  • Porque el atractivo del mal oscurece el bien y el torbellino de la pasión altera una mente sin malicia. (Sabiduría 4, 12)

  • tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego por un carro con caballos de fuego. (Eclesiástico 48, 9)

  • Cuando Elías fue llevado en un torbellino, Eliseo quedó lleno de su espíritu. Durante su vida ningún jefe lo hizo temblar, y nadie pudo someterlo. (Eclesiástico 48, 12)

  • Porque ya viene el Señor en medio del fuego -sus carros son como un torbellino- para descargar su ira con furor y sus amenazas con las llamas del fuego. (Isaías 66, 15)

  • Miren el huracán del Señor: se ha desencadenado el furor, se desata el torbellino, y se abate sobre la cabeza de los malvados. (Jeremías 23, 19)

  • En el tiempo del Fin, el rey del Sur acometerá contra él. El rey del Norte lo atacará como un torbellino, con carros de guerra, caballería y numerosas naves; penetrará en los países como un río desbordado y los inundará. (Daniel 11, 40)

  • Yo los esparcí como un torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y el país fue devastado detrás de ellos, sin que nadie fuera ni volviera. De una tierra de delicias, ellos hicieron una desolación. (Zacarías 7, 14)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina