Löydetty 61 Tulokset: temas

  • Pero el Señor le respondió: "Quédate en paz. No temas, no morirás". (Jueces 6, 23)

  • Y ahora, no temas, hija mía. Haré por ti todo lo que me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe muy bien que eres una mujer decidida. (Rut 3, 11)

  • Como estaba a punto de morir, las mujeres que la asistían le dijeron: "No temas, has tenido un varón". Pero ella no respondió ni prestó atención. (I Samuel 4, 20)

  • Pero quédate conmigo y no temas. El que atenta contra tu vida, atenta contra la mía. Junto a mí, estarás bien protegido". (I Samuel 22, 23)

  • y le dijo: "No temas, porque la mano de mi padre Saúl no te alcanzará. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo sabe muy bien". (I Samuel 23, 17)

  • Pero el rey le dijo: "No temas. Dime qué has visto". La mujer respondió a Saúl: "Vi un dios que subía de lo profundo de la tierra". (I Samuel 28, 13)

  • Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. (I Reyes 17, 13)

  • El Ángel del Señor dijo a Elías: "Baja con él, no le temas". Elías se levantó, bajó con él a presentarse ante el rey, (II Reyes 1, 15)

  • "No temas, respondió él, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos". (II Reyes 6, 16)

  • y este les dijo: "Díganle a su señor: Así habla el Señor: No temas por las palabras que has oído, y con las que me ultrajaron los lacayos del rey de Asiria. (II Reyes 19, 6)

  • Si te empeñas por cumplir los decretos y las leyes que el Señor ha ordenado a Moisés para Israel, entonces prosperarás. ¡Sé fuerte y valeroso! ¡No temas ni te acobardes! (I Crónicas 22, 13)

  • David dijo a su hijo Salomón: "¡Sé fuerte y valeroso, y manos a la obra! No temas ni te acobardes, porque el Señor Dios, mi Dios, estará contigo: él no te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda la obra necesaria para el servicio de la Casa del Señor. (I Crónicas 28, 20)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina