Löydetty 503 Tulokset: sacrificios en el templo

  • Por eso, hasta el día de hoy los sacerdotes de Dagón y los que entran en su templo, en Asdod, no pisan el umbral. (I Samuel 5, 5)

  • Mientras tanto, los levitas habían bajado el Arca del Señor y el cofre que estaba con ella, donde se encontraban los objetos de oro, y los depositaron sobre la piedra grande. La gente de Bet Semes ofreció aquel día holocaustos y sacrificios al Señor. (I Samuel 6, 15)

  • Tú bajarás a Guilgal antes que yo, y yo bajaré a unirme contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión. Espera siete días hasta que yo llegue y te comunique lo que debes hacer". (I Samuel 10, 8)

  • Todo el pueblo fue a Guilgal, y proclamaron rey a Saúl delante del Señor. Allí ofrecieron sacrificios de comunión, y Saúl y todos los hombres de Israel se alegraron sobremanera. (I Samuel 11, 15)

  • Entonces Saúl dijo: "Tráiganme el holocausto y los sacrificios de comunión", y él mismo ofreció el holocausto. (I Samuel 13, 9)

  • Saúl respondió: "Los han traído de Amalec, porque el pueblo ha perdonado lo mejor del ganado mayor y menor, para ofrecer sacrificios al Señor, tu Dios. El resto lo hemos consagrado al exterminio". (I Samuel 15, 15)

  • y el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor de lo destinado al exterminio, para ofrecer sacrificios al Señor, tu Dios, en Guilgal". (I Samuel 15, 21)

  • Samuel respondió: "¿Quiere el Señor holocaustos y sacrificios o quiere que se obedezca su voz? La obediencia vale más que el sacrificio; la docilidad, más que la grasa de carneros. (I Samuel 15, 22)

  • Depositaron las armas de Saúl en el templo de Astarté y colgaron su cadáver en los muros de Betsán. (I Samuel 31, 10)

  • Luego introdujeron el Arca del Señor y la instalaron en su sitio, en medio de la carpa que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión delante del Señor. (II Samuel 6, 17)

  • Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre del Señor de los ejércitos. (II Samuel 6, 18)

  • Además, Absalón hizo venir de Guiló, su ciudad, a Ajitófel, el guilonita, consejero de David, y este lo acompañó mientras ofrecía los sacrificios. La conjuración fue tomando fuerza, y los secuaces de Absalón eran cada vez más numerosos. (II Samuel 15, 12)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina