Löydetty 4174 Tulokset: reino de Dios

  • pero en lugar de arrepentirse de sus obras, blasfemaron contra el Dios del cielo, a causa de sus dolores y de sus llagas. (Apocalipsis 16, 11)

  • Son los espíritus demoníacos que realizan prodigios y van a buscar a los reyes del mundo entero, con el fin de convocarlos para el combate del gran Día de Dios, el Todopoderoso. (Apocalipsis 16, 14)

  • La gran Ciudad se partió en tres y las ciudades paganas se derrumbaron. Dios se acordó de la gran Babilonia y le dio de beber la copa donde fermenta el vino de su ira. (Apocalipsis 16, 19)

  • Cayeron del cielo sobre los hombres piedras de granizo que pesaban unos cuarenta kilos, y ellos blasfemaron contra Dios por esa terrible plaga. (Apocalipsis 16, 21)

  • Los diez cuernos que has visto son diez reyesque todavía no han recibido su reino, pero que recibirán el poder real, juntamente con la Bestia, sólo por una hora. (Apocalipsis 17, 12)

  • Porque Dios les ha inspirado que ejecuten lo que él ha decidido, poniéndose de acuerdo para entregar su poder real a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17, 17)

  • Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades. (Apocalipsis 18, 5)

  • Por eso, en un solo día, caerán sobre ella las plagas que merece: peste, llanto y hambre. Y será consumida por el fuego, porque el Señor Dios que la ha condenado es poderoso». (Apocalipsis 18, 8)

  • «Que se alegre el cielo a causa de su ruina, y alégrense ustedes, los santos, los apóstoles y los profetas, porque al condenarla, Dios les ha hecho justicia». (Apocalipsis 18, 20)

  • Después oí algo parecido al clamor de una enorme multitud que estaba en el cielo, y exclamaba: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, (Apocalipsis 19, 1)

  • Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Seres Vivientes se postraron para adorar a Dios, que está sentado en el trono, y exclamaban: «¡Amén, aleluya!». (Apocalipsis 19, 4)

  • Luego salió del trono una voz que decía: «Alaben a nuestro Dios, ustedes, sus servidores, los que lo temen, pequeños y grandes». (Apocalipsis 19, 5)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina