Löydetty 426 Tulokset: reinó
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». (Lucas 1, 33)
Pero él les dijo: «También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado». (Lucas 4, 43)
Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! (Lucas 6, 20)
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él. (Lucas 7, 28)
Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce (Lucas 8, 1)
y Jesús les dijo: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender. (Lucas 8, 10)
Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, (Lucas 9, 2)
Pero la multitud se dio cuenta y lo siguió. Él los recibió, les habló del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados. (Lucas 9, 11)
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver el Reino de Dios». (Lucas 9, 27)
Pero Jesús le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios». (Lucas 9, 60)
Jesús le respondió: «El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios». (Lucas 9, 62)
curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes". (Lucas 10, 9)