Löydetty 39 Tulokset: propias

  • Presentará con sus propias manos la ofrenda que se quema para el Señor, y ofrecerá la grasa del animal, junto con el pecho, para realizar con este último el gesto de presentación al Señor. (Levítico 7, 30)

  • Y aquellos que sobrevivan aún, se consumirán en la tierra de sus enemigos, a causa de sus propias culpas, y también a causa de las culpas de sus padres. (Levítico 26, 39)

  • Sólo los levitas prestarán servicios en ella y cargarán con sus propias faltas. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. Pero no tendrán una herencia entre los israelitas, (Números 18, 23)

  • Entonces los israelitas, conforme a la orden del Señor, dieron a los levitas las siguientes ciudades con sus campos de pastoreo, tomándolas de sus propias posesiones. (Josué 21, 3)

  • Ellos se casaron con mujeres de estos pueblos, les dieron por esposas a sus propias hijas, y sirvieron a sus dioses. (Jueces 3, 6)

  • Amnón se acostó, fingiendo estar enfermo y cuando el rey fue a verlo, Amnón le dijo: "Por favor, que venga mi hermana Tamar a cocinar aquí mismo un par de buñuelos, y que me los sirva con sus propias manos". (II Samuel 13, 6)

  • Hombres de Efraím: 20.800 guerreros valerosos, ilustres en sus propias familias. (I Crónicas 12, 31)

  • A continuación trabajaron Benjamín y Jasub, frente a sus propias casas. Después de ellos trabajó Azarías, hijo de Maasías, hijo de Ananías, al costado de la suya. (Nehemías 3, 23)

  • Sus hijos indemnizan a los que él empobreció y sus propias manos restituyen las riquezas. (Job 20, 10)

  • El Señor se dio a conocer, hizo justicia, y el impío se enredó en sus propias obras. Sordina Pausa (Salmos 9, 17)

  • Pero tú lo estás viendo: tú consideras los trabajos y el dolor, para tomarlos en tus propias manos. El débil se encomienda a ti; tú eres el protector del huérfano. (Salmos 10, 14)

  • ¡que los sorprenda un desastre imprevisto; que sean atrapados por sus propias redes, y caigan en la fosa que ellos mismos cavaron! (Salmos 35, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina