Löydetty 421 Tulokset: poder divino

  • y todos adoraron al Dragón porque él le había cedido el poder, y también adoraron a la Bestia, diciendo: «¿Quién se le puede igualar y quién puede luchar contra ella?». (Apocalipsis 13, 4)

  • Y se permitió a la Bestia proferir palabras altaneras y blasfemias; y se le dio poder para actuar durante cuarenta y dos meses. (Apocalipsis 13, 5)

  • También le fue permitido combatir contra los santos hasta vencerlos, y se le dio poder sobre toda familia, pueblo, lengua y nación. (Apocalipsis 13, 7)

  • Esta Bestia ejercía todo el poder de la primera y estaba a su servicio; y logró que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera Bestia, a aquella cuya llaga mortal se había cicatrizado. (Apocalipsis 13, 12)

  • Y salió del altar otro Ángel -el que tiene poder sobre el fuego- y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: «Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque han llegado a su madurez». (Apocalipsis 14, 18)

  • Y el Templo se llenó del humo que procede de la gloria de Dios y de su poder, de manera que nadie pudo entrar al Templo hasta que cesaron las siete plagas de los siete Ángeles. (Apocalipsis 15, 8)

  • los hombres fueron abrasados por un calor ardiente, pero en lugar de arrepentirse y dar gloria a Dios, blasfemaron contra su Nombre, que tiene poder sobre estas plagas. (Apocalipsis 16, 9)

  • Los diez cuernos que has visto son diez reyesque todavía no han recibido su reino, pero que recibirán el poder real, juntamente con la Bestia, sólo por una hora. (Apocalipsis 17, 12)

  • Todos están de acuerdo en poner a disposición de la Bestia su autoridad y su poder. (Apocalipsis 17, 13)

  • Porque Dios les ha inspirado que ejecuten lo que él ha decidido, poniéndose de acuerdo para entregar su poder real a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17, 17)

  • Después vi que otro Ángel descendía del cielo con gran poder, mientras la tierra se iluminaba con su resplandor. (Apocalipsis 18, 1)

  • Después oí algo parecido al clamor de una enorme multitud que estaba en el cielo, y exclamaba: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, (Apocalipsis 19, 1)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina