Löydetty 223 Tulokset: peste del ganado
Cuando haya hambre en el país, o haya peste, quemazón o plaga en los sembrados, langosta o pulgón; cuando el enemigo lo tenga sitiado en alguna de sus ciudades, o sobrevenga un flagelo o una epidemia, (II Crónicas 6, 28)
Cuando yo cierre el cielo y no haya lluvia, cuando ordene a la langosta que devore el país, cuando envíe a mi pueblo la peste, (II Crónicas 7, 13)
‘Si nos sobreviene alguna desgracia -la espada, el castigo, la peste o el hambre- nos presentaremos delante de esta Casa y delante de ti, porque tu Nombre reside en ella; te invocaremos en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás’. (II Crónicas 20, 9)
Josafat y su pueblo fueron a saquear los despojos y encontraron mucho ganado, provisiones, ropa y objetos preciosos: fue tanto lo que recogieron que no se lo podían llevar. Emplearon tres días en saquear el botín, porque era muy abundante. (II Crónicas 20, 25)
También construyó torres en el desierto y abrió muchas cisternas, porque tenía abundante ganado en la llanura y en la meseta. Tenía además labradores y viñadores en las montañas y en los viñedos, ya que era amante de la agricultura. (II Crónicas 26, 10)
También la gente de Israel y de Judá que habitaba en las ciudades de Judá, entregó el diezmo del ganado mayor y menor, como asimismo el diezmo de las cosas santas consagradas al Señor, acumulándolas en montones. (II Crónicas 31, 6)
así como depósitos para sus provisiones de trigo, de vino y de aceite, establos para toda clase de ganado y rebaños para los establos. (II Crónicas 32, 28)
Levantó ciudades y tuvo gran cantidad de rebaños y ganado menor y mayor, porque Dios le había dado muchísimos bienes. (II Crónicas 32, 29)
Josías entregó para la gente del pueblo ganado menor -corderos y cabritos- en número de treinta mil, como víctimas pascuales para todos los que se encontraban allí, y dio además tres mil bueyes. Todo esto provenía de los bienes del rey. (II Crónicas 35, 7)
Que la población de cada lugar ayude a todos los que queden de ese pueblo, en cualquier parte donde residan, proporcionándoles plata, oro, bienes y ganado, como así también otras ofrendas voluntarias para la Casa del Dios que está en Jerusalén". (Esdras 1, 4)
Sus vecinos les proporcionaron toda clase de ayuda: plata, oro, bienes, ganado y gran cantidad de objetos preciosos, además de toda clase de ofrendas voluntarias. (Esdras 1, 6)
Sus abundantes productos son para los reyes que tú nos has impuesto a causa de nuestros pecados, y ellos disponen a su arbitrio de nuestras personas y nuestro ganado. ¡En qué opresión hemos caído!". (Nehemías 9, 37)