Löydetty 940 Tulokset: país

  • Pero si no despojan de sus dominios a los habitantes del país, los que ustedes hayan dejado serán como espinas en sus ojos y como aguijones en su costado, que los asediarán en la tierra donde habiten. (Números 33, 55)

  • Además, ustedes tomarán un jefe de cada tribu para la repartición del país. (Números 34, 18)

  • No hagas impuro el país donde vives y en el cual yo habito. Porque yo, el Señor, habito entre los israelitas. (Números 35, 34)

  • El Señor mandó a Moisés que repartiera el país entre los israelitas mediante un sorteo, y Moisés también recibió del Señor la orden de entregar a sus hijas la herencia de nuestro hermano Selofjad. (Números 36, 2)

  • Yo pongo el país delante de ustedes: vayan a tomar posesión de la tierra que el Señor juró dar a sus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, y a sus descendientes después de ellos". (Deuteronomio 1, 8)

  • El Señor, tu Dios, pone este país delante de ustedes: sube a tomar posesión de él, según te lo ha dicho el Señor, el Dios de tus padres. No temas ni te acobardes". (Deuteronomio 1, 21)

  • También este era considerado un país de gigantes. En efecto, allí habitaron antiguamente los gigantes que los amonitas llaman zamzumíes. (Deuteronomio 2, 20)

  • Luego el Señor añadió: "Reanuden la marcha y crucen el torrente Arnón. Yo te entrego a Sijón, rey de Jesbón, el amorreo, con todo su país. Prepárate para iniciar la conquista y provócalo a la guerra. (Deuteronomio 2, 24)

  • "Déjame pasar por tu país. Iré por el camino, sin desviarme ni a la derecha ni a la izquierda. (Deuteronomio 2, 27)

  • Entonces el Señor me dijo: "He decidido entregarte a Sijón con todo su país. Empieza la conquista apoderándote de su territorio". (Deuteronomio 2, 31)

  • Pero no te acercaste al país de los amonitas: toda la ribera del torrente laboc, las ciudades de la montaña y todos los lugares que el Señor, nuestro Dios, te había prohibido. (Deuteronomio 2, 37)

  • Una vez que tomamos posesión del país, yo entregué a las tribus de Rubén y de Gad el territorio que se extiende desde Aroer, en el valle del Arnón, hasta la mitad de las montañas de Galaad, con sus ciudades. (Deuteronomio 3, 12)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina