Löydetty 114 Tulokset: ofrendas quemadas
La llevará al sacerdote, el cual tomará un puñado como memorial, y lo hará arder sobre el altar junto con las ofrendas que se queman para el Señor: es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 12)
Ese resto no deberá ser cocido con levadura. Yo les doy esa parte de las ofrendas que se queman en mi honor: es una cosa santísima, lo mismo que la ofrenda por el pecado y la ofrenda de reparación. (Levítico 6, 10)
Podrán comerla todos los varones descendientes de Aarón, como un derecho que tendrán siempre, a lo largo de las generaciones, sobre las ofrendas que se queman para el Señor. Todo lo que toque esas ofrendas quedará santificado. (Levítico 6, 11)
Esta es la parte que corresponde a Aarón y a sus hijos, de las ofrendas que queman para el Señor, desde que fueron investidos para servir al Señor como sacerdotes; (Levítico 7, 35)
que el Señor prescribió a Moisés en la montaña del Sinaí, cuando ordenó que los israelitas presentaran sus ofrendas al Señor, en el desierto del Sinaí. (Levítico 7, 38)
Moisés dijo a Aarón y a Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado: "Tomen la oblación que sobre de las ofrendas que se queman para el Señor, y cómanla junto al altar, sin hacerla fermentar, porque es una cosa santísima. (Levítico 10, 12)
La comerán en el recinto sagrado, porque esa es la porción de las ofrendas que se queman para el Señor, sobre la que tienen derecho tú y tus hijos, conforme a la orden que recibí. (Levítico 10, 13)
El sacerdote que realiza la purificación ubicará a la persona que se purifica, junto con sus ofrendas, a la entrada de la Carpa del Encuentro, delante del Señor. (Levítico 14, 11)
Estarán consagrados a su Dios y no profanarán el nombre de su Dios; porque son los que presentan las ofrendas que se queman para el Señor -el alimento de su Dios- y por eso deben ser santos. (Levítico 21, 6)
Ningún descendiente del sacerdote Aarón que tenga un defecto presentará las ofrendas que se queman para el Señor: por tener un defecto, no se acercará a presentar el alimento de su Dios. (Levítico 21, 21)
Si la hija de un sacerdote se casa con alguien que no es sacerdote, ella no podrá comer de las ofrendas sagradas. (Levítico 22, 12)
Estas son las fiestas del Señor, en las que ustedes convocarán las asambleas litúrgicas y presentarán ofrendas que se queman para el Señor -holocaustos, oblaciones, sacrificios y libaciones, según corresponda a cada día- (Levítico 23, 37)