Löydetty 20 Tulokset: obligado
Ya sé que el rey de Egipto no los dejará partir, si no es obligado por la fuerza. (Exodo 3, 19)
El Señor le respondió: "¡Ahora verás lo que haré al Faraón! Tendrá que dejarlos partir por la fuerza, e incluso, se verá obligado a expulsarlos de su país". (Exodo 6, 1)
Pero si ya había salido el sol, entonces hay delito de homicidio. El ladrón está obligado a restituir la totalidad de lo robado; si no dispone de medios para hacerlo, deberá ser vendido para compensar por su robo. (Exodo 22, 2)
el depositario deberá jurar por el Señor que no ha puesto su mano sobre la propiedad ajena. El propietario aceptará el juramento, y aquel no estará obligado a indemnizar. (Exodo 22, 10)
Si su dueño estaba presente, no estará obligado a hacerlo. Si lo había alquilado, le pagará el precio del alquiler. (Exodo 22, 14)
Si tu hermano queda en la miseria y se ve obligado a vender una parte de su propiedad, su pariente más cercano vendrá a ejercer el derecho de rescate sobre lo que ha vendido su hermano. (Levítico 25, 25)
Si tu hermano se queda en la miseria y se ve obligado a venderse a ti, no le impongas trabajos de esclavo. (Levítico 25, 39)
pensé: ‘Ahora los filisteos bajarán a atacarme en Guilgal, y yo no he aplacado el rostro del Señor’. Así que me vi obligado a ofrecer el holocausto". (I Samuel 13, 12)
Aquel día, estaba obligado a quedarse allí, delante del Señor, uno de los servidores de Saúl, llamado Doeg, el edomita, que era el jefe de los pastores de Saúl. (I Samuel 21, 8)
Pero ahora el pueblo está consumido por la sed y nos ha obligado a ejecutar lo que le hemos propuesto y a comprometernos con un juramento que no nos es lícito violar. (Judit 8, 30)
A todo judío llevado cautivo de Judá a cualquier parte de mi reino, le concedo la libertad gratuitamente, y ninguno estará obligado a pagar impuestos, ni siquiera los del ganado. (I Macabeos 10, 33)
Por eso, habla con ellos y diles: Así habla el Señor: Si un hombre de Israel que tiene el corazón apegado a sus ídolos y ha puesto delante de sí lo que es ocasión de sus culpas, va y se presenta al profeta, yo mismo, el Señor, me veré obligado a responderle, a causa de la multitud de sus ídolos. (Ezequiel 14, 4)