Löydetty 754 Tulokset: lugar

  • Ya conocen el camino del lugar adonde voy». (Juan 14, 4)

  • Después de haber dicho esto, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón. Había en ese lugar una huerta y allí entró con ellos. (Juan 18, 1)

  • Judas, el traidor, también conocía el lugar porque Jesús y sus discípulos se reunían allí con frecuencia. (Juan 18, 2)

  • Al oír esto, Pilato sacó afuera a Jesús y lo hizo sentar sobre un estrado, en el lugar llamado «el Empedrado», en hebreo, «Gábata». (Juan 19, 13)

  • Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo, «Gólgota». (Juan 19, 17)

  • Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. (Juan 19, 20)

  • En el lugar donde lo crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido sepultado. (Juan 19, 41)

  • y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. (Juan 20, 7)

  • y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. (Juan 20, 12)

  • Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!». (Juan 20, 19)

  • Los otros discípulos le dijeron: «¡Hemos visto al Señor!». Él les respondió: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré». (Juan 20, 25)

  • para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía». (Hechos 1, 25)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina