Löydetty 99 Tulokset: llevaron

  • Cuando le llevaron la noticia a Jotám, este se puso en la cima del monte Garizím, y gritó con voz potente: "Escúchenme, señores de Siquém, y que Dios los escuche a ustedes: (Jueces 9, 7)

  • Sus hermanos y toda la familia de su padre bajaron y se llevaron el cadáver. Luego subieron de nuevo y lo sepultaron en la tumba de su padre Manóaj, entre Sorá y Estaol. Él había juzgado a Israel durante veinte años. (Jueces 16, 31)

  • Entre los habitantes de Iabés de Galaad encontraron cuatrocientas jóvenes vírgenes, que no habían convivido con ningún hombre, y las llevaron al campamento de Silo, que está en el país de Canaán. (Jueces 21, 12)

  • Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí. (I Samuel 1, 25)

  • Entonces llegaron los de Quiriat Iearím y se llevaron el Arca del Señor. La introdujeron en la casa de Abinadab, sobre la colina, y consagraron a su hijo Eliezer para que la cuidara. (I Samuel 7, 1)

  • Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Así hablarán a los hombres de Iabés en Galaad: ‘Mañana, a la hora en que más calienta el sol, serán socorridos’". Los mensajeros llevaron la noticia a los hombres de Iabés, y estos se llenaron de alegría. (I Samuel 11, 9)

  • En pleno campo encontraron a un egipcio, y se lo llevaron a David. Le dieron pan para comer y agua para beber, (I Samuel 30, 11)

  • Joab y sus hombres se llevaron el cadáver de Asael y lo sepultaron en la tumba de su padre, que está en Belén. Después de caminar toda la noche, llegaron a Hebrón cuando despuntaba el día. (II Samuel 2, 32)

  • Al entrar en la casa, mientras Isbaal estaba acostado en el lecho de su dormitorio, Recab y su hermano Baaná lo habían herido mortalmente y le habían cortado la cabeza. Después se llevaron la cabeza y marcharon toda la noche por el camino de la Arabá. (II Samuel 4, 7)

  • Como los filisteos habían abandonado allí sus ídolos, David y sus hombres se los llevaron. (II Samuel 5, 21)

  • Luego cargaron el Arca de Dios en un carro nuevo y se la llevaron de la casa de Abinadab, que está sobre la colina. Uzá y Ajió, los hijos de Abinadab, conducían el carro. (II Samuel 6, 3)

  • Entonces Sadoc y Abiatar llevaron de vuelta el Arca de Dios a Jerusalén, y permanecieron allí. (II Samuel 15, 29)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina