Löydetty 449 Tulokset: jacob y la bendición
Vuélvete, Jacob, y tómala, camina hacia el resplandor, atraído por su luz. (Baruc 4, 2)
Tú les dirás: Así habla el Señor: El día en que elegí a Israel, alcé mi mano para hacer un juramento a la descendencia de Jacob y me manifesté a ellos en la tierra de Egipto; alcé mi mano y les dije: Yo soy el Señor, su Dios. (Ezequiel 20, 5)
Así habla el Señor: Cuando yo reúna a la casa de Israel de entre los pueblos en que ha sido dispersada, manifestaré mi santidad por medio de ellos, a los ojos de las naciones. Ellos habitarán en su propio suelo, el que di a mi servidor Jacob: (Ezequiel 28, 25)
Haré que ellos y los alrededores de mi colina sean una bendición, y haré caer la lluvia a su debido tiempo, una lluvia de bendición. (Ezequiel 34, 26)
Habitarán en la tierra que di a mi servidor Jacob, donde habitaron sus padres. Allí habitarán para siempre, ellos, sus hijos y sus nietos; y mi servidor David será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)
Por eso, así habla el Señor: Ahora voy a cambiar la suerte de Jacob: tendré compasión de toda la casa de Israel y me mostraré celoso de mi santo Nombre. (Ezequiel 39, 25)
También será para el sacerdote la mejor de todas las primicias y de todas las ofrendas que ustedes presenten. Ustedes entregarán al sacerdote lo mejor de sus moliendas, para que la bendición permanezca sobre tu casa. (Ezequiel 44, 30)
La arrogancia de Jacob atestigua contra él; Israel y Efraím tropiezan por su propia culpa y junto con ellos, también tropieza Judá. (Oseas 5, 5)
Efraím era una ternera bien adiestrada, le gustaba trillar. Pero yo hice pasar el yugo sobre su hermosa cerviz: yo unciré a Efraím, Judá tendrá que arar, Jacob pasará el rastrillo. (Oseas 10, 11)
El Señor tiene un pleito con Israel, pedirá cuenta a Jacob de su conducta, le retribuirá según sus acciones. (Oseas 12, 3)
Jacob huyó a los campos de Arám. Israel sirvió por una mujer y por una mujer, cuidó los rebaños. (Oseas 12, 13)
¡Quién sabe si él no se volverá atrás y se arrepentirá, y dejará detrás de sí una bendición: la ofrenda y la libación para el Señor, su Dios! (Joel 2, 14)