Löydetty 529 Tulokset: hecho

  • Lo hizo solamente para enseñar a combatir a los que no lo habían hecho antes, es decir, a las nuevas generaciones de israelitas. (Jueces 3, 2)

  • Entonces se preguntaron: "¿Quién habrá hecho esto?". Después de averiguarlo, supieron que había sido Gedeón, el hijo de Joás. (Jueces 6, 29)

  • La gente de Efraím dijo a Gedeón: "¿Qué nos has hecho? ¿Por qué no nos llamaste cuando fuiste a combatir contra Madián?". Y se lo reprocharon violentamente. (Jueces 8, 1)

  • Y no agradecieron a la casa de Ierubaal Gedeón todo el bien que él había hecho a Israel. (Jueces 8, 35)

  • Al cabo de los dos meses regresó, y su padre cumplió con ella el voto que había hecho. La joven no había tenido relaciones con ningún hombre. De allí procede una costumbre, que se hizo común en Israel: (Jueces 11, 39)

  • El espíritu del Señor se apoderó de él, y Sansón, sin tener nada en la mano, despedazó al león como se despedaza un cabrito. Pero él no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho. (Jueces 14, 6)

  • "¿Quién ha hecho esto?", preguntaron entonces los filisteos. "Fue Sansón, el yerno del timnita, les respondieron; lo hizo porque su suegro le quitó a su mujer y se la dio a su compañero". Entonces los filisteos subieron y quemaron a aquella mujer y a su familia. (Jueces 15, 6)

  • Entonces tres mil hombres de Judá bajaron hasta la cueva de la roca de Etám y dijeron a Sansón: "¿No sabes que los filisteos nos tienen dominados? ¿Qué nos has hecho?". Él les respondió: "Yo los traté como ellos me trataron a mí". (Jueces 15, 11)

  • Los danitas, por su parte, tomaron lo que había hecho Micá, junto con el sacerdote que él tenía a su servicio, y avanzaron contra Lais, contra una población tranquila y confiada. La pasaron al filo de la espada y prendieron fuego a la ciudad. (Jueces 18, 27)

  • Ellos instalaron la estatua que había hecho Micá, y allí permaneció todo el tiempo que la Casa de Dios estuvo en Silo. (Jueces 18, 31)

  • Porque nosotros no podemos darles como esposas a nuestras hijas". Los israelitas, en efecto, habían hecho este juramento: "¡Maldito sea el que entregue una mujer a Benjamín!". (Jueces 21, 18)

  • Y si sus padres o hermanos vienen a protestar contra nosotros, les diremos: ‘Sean condescendientes con ellos, ya que no hemos podido capturar en la guerra una mujer para cada uno. Además, ustedes no hubieran podido dárselas, porque en ese caso se habrían hecho culpables’". (Jueces 21, 22)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina