Löydetty 8381 Tulokset: habitar en la casa del Señor

  • El Señor respondió: "Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de Sodoma, perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos". (Génesis 18, 26)

  • Entonces Abraham dijo: "Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. (Génesis 18, 27)

  • Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?". "No la destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco", respondió el Señor. (Génesis 18, 28)

  • Pero Abraham volvió a insistir: "Quizá no sean más que cuarenta". Y el Señor respondió: "No lo haré por amor a esos cuarenta". (Génesis 18, 29)

  • "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente treinta". Y el Señor respondió: "No lo haré si encuentro allí a esos treinta". (Génesis 18, 30)

  • Abraham insistió: "Una vez más, me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Tal vez no sean más que veinte". "No la destruiré en atención a esos veinte", declaró el Señor. (Génesis 18, 31)

  • "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no se enoje si hablo por última vez. Quizá sean solamente diez". "En atención a esos diez, respondió, no la destruiré". (Génesis 18, 32)

  • Apenas terminó de hablar con él, el Señor se fue, y Abraham regresó a su casa. (Génesis 18, 33)

  • les dijo: "Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir viaje". "No, le respondieron ellos, pasaremos la noche en la plaza". (Génesis 19, 2)

  • Pero él les insistió tanto, que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa. Lot les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos comieron. (Génesis 19, 3)

  • Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa. Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven hasta el más viejo. (Génesis 19, 4)

  • Entonces llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche? Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos". (Génesis 19, 5)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina