Löydetty 1882 Tulokset: había

  • Inmediatamente, se retiraron los que iban a azotarlo, y el tribuno se alarmó al enterarse de que había hecho encadenar a un ciudadano romano. (Hechos 22, 29)

  • Pablo, sabiendo que había dos partidos, el de los saduceos y el de los fariseos, exclamó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos, y ahora me están juzgando a causa de nuestra esperanza en la resurrección de los muertos». (Hechos 23, 6)

  • pero comprobé que se lo acusaba por cuestiones relativas a la Ley de los judíos, y que no había ningún cargo por el que mereciera la muerte o la prisión. (Hechos 23, 29)

  • Así fue cómo algunos ju díos de la provincia de Asia me encontraron en el Templo: yo me había purificado y no estaba provocando ninguna clase de amotinamiento ni de tumulto. (Hechos 24, 18)

  • Lo que había entre ellos eran no sé qué discusiones sobre su religión, y sobre un tal Jesús que murió y que Pablo asegura que vive. (Hechos 25, 19)

  • Festo tomó la palabra, diciendo: «Rey Agripa y todos los que están aquí presentes, ustedes ven a este hombre, por quien toda la comunidad judía ha venido a verme, tanto aquí como en Jerusalén, insistiendo a gritos que no había que dejarlo vivir más. (Hechos 25, 24)

  • Ya había transcurrido bastante tiempo y la navegación se hacía peligrosa, porque había pasado la época del Ayuno solemne. Entonces Pablo les advirtió: (Hechos 27, 9)

  • Echaron la sonda al mar y comprobaron que había una profundidad de alrededor de unos treinta y seis metros. Un poco más adelante, la echaron de nuevo y vieron que había unos veintisiete metros. (Hechos 27, 28)

  • Había en los alrededores una propiedad perteneciente al principal de la isla, llamado Publio. Este nos recibió y nos brindó cordial hospitalidad durante tres días. (Hechos 28, 7)

  • Al cabo de tres meses nos embarcamos en un navío que había permanecido en la isla durante el invierno; era un barco alejandrino que tenía la insignia de Cástor y Pólux. (Hechos 28, 11)

  • que él había prometido por medio de sus Profetas en las Sagradas Escrituras, (Romanos 1, 2)

  • Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones, como se le había anunciado: Así será tu descendencia. (Romanos 4, 18)


“O Santo Rosário é a arma daqueles que querem vencer todas as batalhas.” São Padre Pio de Pietrelcina