Löydetty 69 Tulokset: generación
Él mismo ha echado la suerte para ellos, su mano les asignó una parte con la cuerda: ellos la poseerán para siempre, habitarán allí de generación en generación. (Isaías 34, 17)
Córtate la cabellera y arrójala, entona un canto fúnebre sobre los montes desolados, porque el Señor ha desechado y rechazado a la generación que provocó su ira. (Jeremías 7, 29)
Por eso las fieras del desierto habitarán allí con las hienas, y vivirán allí los avestruces; nunca más será habitada, y nadie morará allí de generación en generación. (Jeremías 50, 39)
¡Qué grandes son sus signos! ¡Qué poderosos sus prodigios! ¡Su reino es un reino eterno y su dominio dura de generación en generación! (Daniel 3, 100)
Al cabo de los días fijados, yo, Nabucodonosor, levanté mis ojos hacia el cielo, y recobré la razón. Entonces bendije al Altísimo, glorifiqué y celebré al que vive eternamente, cuyo dominio es un dominio eterno y cuyo reino dura de generación en generación. (Daniel 4, 31)
Cuéntenlo a sus hijos, y estos a los suyos, y ellos a la siguiente generación. (Joel 1, 3)
¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: (Mateo 11, 16)
Él les respondió: «Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. (Mateo 12, 39)
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás. (Mateo 12, 41)
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón. (Mateo 12, 42)
Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; vienen y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio. Así sucederá con esta generación malvada». (Mateo 12, 45)
Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro signo que el de Jonás». Y en seguida los dejó y se fue. (Mateo 16, 4)