Löydetty 169 Tulokset: ganado

  • Los derechos de los sacerdotes sobre las personas que ofrecen en sacrificio un animal del ganado mayor o menor son los siguientes: se dará al sacerdote la espalda, las quijadas y el estómago. (Deuteronomio 18, 3)

  • También le darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la esquila de tu ganado menor. (Deuteronomio 18, 4)

  • En cuanto a las mujeres, los niños, el ganado y cualquier otra cosa que haya en la ciudad, podrás retenerlos como botín, y disfrutar de los despojos de los enemigos que el Señor, tu Dios, te entrega. (Deuteronomio 20, 14)

  • Benditos serán el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, los partos de tu ganado y las crías de tus vacas y tus ovejas. (Deuteronomio 28, 4)

  • El Señor te dará sobreabundancia de bienes en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo, de la tierra que él te da, porque así lo juró a tus padres. (Deuteronomio 28, 11)

  • Ella se comerá los productos de tu ganado y los frutos de tu suelo, hasta que quedes exterminado, porque te dejará totalmente desprovisto de trigo, de vino y de aceite, de las crías de tus vacas y tus ovejas, hasta hacerte desaparecer. (Deuteronomio 28, 51)

  • El Señor, tu Dios, te dará abundante prosperidad en todas tus empresas, en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo. Porque el Señor volverá a complacerse en tu prosperidad, como antes se había complacido en la prosperidad de tus padres. (Deuteronomio 30, 9)

  • Trátalos como trataste a Jericó y a su rey. Sin embargo, ustedes podrán retener como botín los despojos y el ganado. Además, tiende una emboscada detrás de la ciudad". (Josué 8, 2)

  • Israel retuvo como botín solamente el ganado y los despojos de la ciudad, según la orden que el Señor había dado a Josué. (Josué 8, 27)

  • El botín de estas ciudades, incluido el ganado, se lo repartieron los israelitas; a las personas, en cambio, las pasaron al filo de la espada, hasta acabar con todos. No dejaron a nadie con vida. (Josué 11, 14)

  • Los hijos de José, por su parte, habían formado dos tribus: la de Efraím y la de Manasés; pero a los levitas no se les dio ningún territorio dentro del país, sino solamente algunas ciudades de residencia, con los correspondientes campos de pastoreo para su ganado y sus rebaños. (Josué 14, 4)

  • diciéndoles: "Vuelvan a sus campamentos con grandes riquezas, con muchísimo ganado, con plata, oro, bronce, hierro, y con una gran cantidad de ropa. Pero compartan con sus hermanos los despojos de sus enemigos". (Josué 22, 8)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina