Löydetty 22 Tulokset: exilio

  • después, dirígete a tus compatriotas que están en el exilio y háblales. Sea que te escuchen o que se nieguen a hacerlo, les dirás: "Así habla el Señor". (Ezequiel 3, 11)

  • En cuanto a ti, hijo de hombre, prepara tu equipaje como si tuvieras que ir al exilio, y parte en pleno día, a la vista de ellos. Emigrarás del lugar donde te encuentras hacia otro lugar, a la vista de ellos: tal vez así comprendan que son un pueblo rebelde. (Ezequiel 12, 3)

  • Yo hice exactamente lo que se me había ordenado: saqué mi equipaje en pleno día como quien parte para el exilio, y por la tarde abrí un boquete en el muro con la mano. Salí cuando estaba oscuro y cargué el equipaje sobre mis espaldas, a la vista de ellos. (Ezequiel 12, 7)

  • Diles también: Yo soy un presagio para ustedes. Lo mismo que yo hice se hará con ellos: serán deportados e irán al exilio. (Ezequiel 12, 11)

  • En el año undécimo de nuestro exilio, el día cinco del décimo mes, un fugitivo llegó de Jerusalén y me dio esta noticia: "La ciudad ha sido tomada". (Ezequiel 33, 21)

  • Las naciones sabrán que la casa de Israel fue al exilio por sus propias culpas, porque ellos se rebelaron contra mí. Entonces les oculté mi rostro, los entregué en manos de sus adversarios y todos cayeron bajo la espada. (Ezequiel 39, 23)

  • El año vigesimoquinto de nuestro exilio, al comienzo del año, el décimo día del mes, es decir, catorce años después de la destrucción de la ciudad, ese mismo día, la mano del Señor descendió sobre mí, y él me llevó allá. (Ezequiel 40, 1)

  • La Estatua es retirada y llevada al exilio; sus servidoras gimen como palomas y se golpean el pecho. (Nahún 2, 8)

  • Yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén. La ciudad será tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la ciudad partirá para el exilio, pero el resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. (Zacarías 14, 2)

  • Por eso, nos sentimos plenamente seguros, sabiendo que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos del Señor; (II Corintios 5, 6)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina