Löydetty 35 Tulokset: estruendo

  • Entonces un espíritu me arrebató y oí detrás de mí el estruendo de un gran tumulto, cuando la gloria del Señor se levantó de su sitio; (Ezequiel 3, 12)

  • oí el ruido que hacían las alas de los seres vivientes al juntarse una con la otra, el ruido de las ruedas al lado de ellos y el estruendo de un gran tumulto. (Ezequiel 3, 13)

  • Será tal la cantidad de sus caballos que te dejará cubierta de polvo. Tus murallas temblarán al estruendo de su caballería, de sus ruedas y sus carros, cuando él entre por tus puertas como se entra en una ciudad expugnada. (Ezequiel 26, 10)

  • Así habla el Señor a Tiro: ¡Cómo temblarán las costas lejanas por el estruendo de tu caída, cuando giman las víctimas y haya una mortandad en medio de ti! (Ezequiel 26, 15)

  • Hice temblar a las naciones por el estruendo de su caída, cuando lo precipité en el Abismo, con los que bajan a la Fosa. En las regiones subterráneas se consolaron todos los árboles de Edén, lo más selecto y lo mejor del Líbano, todos los árboles bien regados. (Ezequiel 31, 16)

  • Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras profetizaba, se produjo un estruendo: hubo un temblor, y los huesos se juntaron unos con otros. (Ezequiel 37, 7)

  • Su cuerpo brillaba como el crisólito, su rostro tenía el aspecto del relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y sus piernas como el fulgor del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. (Daniel 10, 6)

  • Aquel día -oráculo del Señor- se oirá un clamor desde la puerta de los Peces, un alarido desde la Ciudad nueva y un gran estruendo desde las colinas. (Sofonías 1, 10)

  • sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras, que aquellos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando. (Hebreos 12, 19)

  • sus pies, bronce fundidoen el crisol; y su voz era como el estruendo de grandes cataratas. (Apocalipsis 1, 15)

  • Y oí algo parecido al clamor de una enorme multitud, al estruendo de una catarata y al estallido de violentos truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque el Señor, nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido su Reino. (Apocalipsis 19, 6)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina