Löydetty 26 Tulokset: cima

  • Después edificarás al Señor, tu Dios, en la cima de esta altura escarpada, un altar muy bien construido. Entonces tomarás el otro toro y lo ofrecerás en holocausto, con la leña del poste sagrado". (Jueces 6, 26)

  • Cuando le llevaron la noticia a Jotám, este se puso en la cima del monte Garizím, y gritó con voz potente: "Escúchenme, señores de Siquém, y que Dios los escuche a ustedes: (Jueces 9, 7)

  • Al ver las tropas, Gaal dijo a Zebul: "Mira esa gente que baja de la cima de los montes". "Es la sombra de los montes, y a ti te parecen hombres", le respondió Zebul. (Jueces 9, 36)

  • Pero Sansón estuvo acostado sólo hasta la medianoche. Entonces se levantó, tomó las hojas de la Puerta de la ciudad y el marco que la sostenía, los arrancó con barrotes y todo, los cargó sobre sus espaldas, y los subió hasta la cima del monte que está frente a Hebrón. (Jueces 16, 3)

  • Luego David cruzó al otro lado y se puso en la cima del monte, a lo lejos, de manera que había un gran espacio entre ellos. (I Samuel 26, 13)

  • Los benjaminitas se concentraron detrás de Abner, formando un grupo bien compacto, y se apostaron en la cima de una colina. (II Samuel 2, 25)

  • Por medio de tus mensajeros has insultado al Señor, y has dicho: ‘Con mis numerosos carros escalé la cima de las montañas, los rincones inaccesibles del Líbano. Talé sus cedros más altos, sus mejores cipreses; llegué hasta su último extremo, hasta lo más espeso de su bosque. (II Reyes 19, 23)

  • Cuando los hombres de Judá llegaron a la cima que domina el desierto y volvieron sus ojos hacia la multitud, no vieron más que cadáveres tendidos por tierra, porque ninguno había podido escapar. (II Crónicas 20, 24)

  • ¿No está Dios en la cima del cielo? ¡Mira qué alta es la bóveda estrellada! (Job 22, 12)

  • Por medio de tus servidores has insultado al Señor y has dicho: Con mis numerosos carros escalé la cima de las montañas, los rincones inaccesibles del Líbano. Talé sus cedros más altos, sus mejores cipreses; llegué hasta su último extremo, hasta lo más espeso de su bosque. (Isaías 37, 24)

  • Regaré la tierra con el flujo de tu sangre hasta la cima de las montañas, y los cauces de los ríos se llenarán de ella. (Ezequiel 32, 6)

  • Esta es la ley concerniente a la Casa: todo su ámbito y sus alrededores, sobre la cima de la montaña, son un lugar santísimo. Tal es la ley concerniente a la Casa". (Ezequiel 43, 12)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina