Löydetty 14 Tulokset: azufre
Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego que descendían del cielo. (Génesis 19, 24)
Y al ver todo su suelo devastado por el azufre y la sal, donde no se siembra ni crece nada, ni brota ninguna hierba -como sucedió en la catástrofe de Sodoma y Gomorra, de Admá y Seboím, a las que el Señor destruyó en su ira y su furor- (Deuteronomio 29, 22)
El fuego se instala en su carpa y se esparce azufre sobre su morada. (Job 18, 15)
Que él haga llover brasas y azufre sobre los impíos, y les toque en suerte un viento abrasador. (Salmos 11, 6)
Porque la hoguera está preparada hace tiempo, está dispuesta también para el rey: se ha hecho una pira profunda y ancha, con fuego y leña en abundancia, y el soplo del Señor la encenderá como un torrente de azufre. (Isaías 30, 33)
Sus torrentes se transformarán en resina y su suelo en azufre; su tierra se convertirá en resina ardiente, (Isaías 34, 9)
Le haré rendir cuentas por medio de la peste y de la sangre; haré caer una lluvia torrencial, duras piedras de granizo, fuego y azufre, sobre él, sobre sus escuadrones y sobre los numerosos pueblos que estarán con él. (Ezequiel 38, 22)
Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. (Lucas 17, 29)
En la visión vi así a los caballos y a los jinetes: los jinetes llevaban corazas de fuego, de jacinto y de azufre; la cabeza de los caballos se parecía a la de los leones, y su boca vomitaba fuego, humo y azufre. (Apocalipsis 9, 17)
Una tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas: el fuego, el humo y el azufre que salía de la boca de los caballos. (Apocalipsis 9, 18)
tendrá que beber el vino de la indignación de Dios, que se ha derramado puro en la copa de su ira; y será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos Ángeles y delante del Cordero. (Apocalipsis 14, 10)
Pero la Bestia fue capturada, junto con el falso profeta -aquel que realizaba prodigios delante de la otra Bestia, y así logró seducir a los que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen- y ambos fueron arrojados vivos al estanque de azufre ardiente. (Apocalipsis 19, 20)