Löydetty 3037 Tulokset: ana

  • Labán dijo entonces a Jacob: "¿Qué has hecho? ¡Me has engañado y te has llevado a mis hijas como prisioneras de guerra! (Génesis 31, 26)

  • ¿Por qué has huido ocultamente y me has engañado? Si me hubieras avisado, yo te habría despedido con una fiesta, con cantos y con música de tambores y liras. (Génesis 31, 27)

  • Luego añadió: "Mira este montón de piedras, y mira la piedra conmemorativa que yo erigí entre tú y yo: (Génesis 31, 51)

  • Luego ofreció un sacrificio sobre la Montaña, e invitó a sus hermanos a participar del banquete. Ellos comieron y pasaron la noche en la Montaña. (Génesis 31, 54)

  • Al verlos, Jacob exclamó: "Este es un campamento de Dios". Por eso dio a ese lugar el nombre de Majanaim. (Génesis 32, 3)

  • Pero los mensajeros regresaron con esta noticia: "Fuimos a ver a tu hermano Esaú, y ahora viene a tu encuentro acompañado de cuatrocientos hombres". (Génesis 32, 7)

  • Jacob sintió un gran temor y se llenó de angustia. Entonces dividió a la gente que lo acompañaba en dos grupos, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos, (Génesis 32, 8)

  • Luego confió a sus servidores cada manada por separado, y les dijo: "Sigan adelante, pero dejen un espacio libre entre una manada y la otra". (Génesis 32, 17)

  • Jacob dio esa misma orden al segundo, y al tercero, y a todos los demás que iban detrás de las manadas diciéndoles: "Cuando se encuentren con mi hermano Esaú, díganle todo esto. (Génesis 32, 20)

  • Y tengan cuidado de añadir: ‘Detrás de nosotros viene tu servidor Jacob personalmente’". Porque pensaba: "Lo aplacaré con los regalos que me preceden y después me presentaré yo; tal vez así me reciba bien". (Génesis 32, 21)

  • Él añadió: "En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido". (Génesis 32, 29)

  • Jacob alzó los ojos, y al ver que Esaú venía acompañado de cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas. (Génesis 33, 1)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina