Löydetty 66 Tulokset: amistad verdadera

  • Y ahora, si ustedes están dispuestos a ofrecer a mi patrón una auténtica prueba de amistad, díganmelo; si no, díganmelo también. Así yo sabré a qué atenerme". (Génesis 24, 49)

  • Por aquel tiempo, Judá se alejó de sus hermanos y entró en amistad con un hombre de Adulám llamado Jirá. (Génesis 38, 1)

  • Moisés dijo al Señor: "Tú me ordenas que guíe a este pueblo, pero no me has indicado a quién enviarás conmigo, a pesar de que me dijiste: ‘Yo te conozco por tu nombre y te he brindado mi amistad’. (Exodo 33, 12)

  • Si me has brindado tu amistad, dame a conocer tus caminos, y yo te conoceré: así me habrás brindado realmente tu amistad. Ten presente que esta nación es tu pueblo". (Exodo 33, 13)

  • ¿Cómo se podrá conocer que yo y tu pueblo gozamos de tu amistad, si tú no vienes con nosotros? Así yo y tu pueblo nos distinguiremos de todos los otros pueblos que hay sobre la tierra". (Exodo 33, 16)

  • El Señor respondió a Moisés: "También haré lo que me acabas de decir, porque te he brindado mi amistad y te conozco por tu nombre". (Exodo 33, 17)

  • diciendo: "Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia". (Exodo 34, 9)

  • y si la inflamación continúa extendiéndose por la piel, deberá declararlo impuro: es una verdadera afección. (Levítico 13, 22)

  • Pero si la acusación resulta verdadera y no aparecen las pruebas de la virginidad de la joven, (Deuteronomio 22, 20)

  • ¡Cuánto dolor siento por ti, Jonatán, hermano mío muy querido! Tu amistad era para mí más maravillosa que el amor de las mujeres. (II Samuel 1, 26)

  • Los judíos pasaron al filo de la espada a todos sus enemigos: fue una verdadera masacre, un exterminio. Trataron como quisieron a los que los odiaban, (Ester 9, 5)

  • El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza. (Salmos 25, 14)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina