Löydetty 121 Tulokset: Tiempos

  • "¿Has visto cómo Ajab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no atraeré la desgracia mientras él viva, sino que la haré venir sobre su casa en tiempos de su hijo". (I Reyes 21, 29)

  • Él barrió del país los restos de prostitución sagrada que habían quedado en tiempos de su padre Asá. (I Reyes 22, 47)

  • En tiempos de Pécaj, rey de Israel, llegó Tiglat Piléser, rey de Asiria, y conquistó Iyón, Abel Bet Maacá, Ianóaj, Quedes, Jasor, Galaad, la Galilea y todo el país de Neftalí; y deportó a sus habitantes a Asiria. (II Reyes 15, 29)

  • ¿No lo has oído? Hace mucho tiempo que lo he preparado: lo he planeado desde los tiempos antiguos y ahora lo llevo a cabo. Así, tú has reducido a un montón de ruinas las ciudades fortificadas. (II Reyes 19, 25)

  • Los que fueron mencionados por sus nombres, llegaron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y destruyeron los campamentos de los descendientes de Cam y los refugios que allí se encontraban, consagrándolos al exterminio total hasta el día de hoy. Allí se establecieron en lugar de ellos, porque había pasto para sus ganados. (I Crónicas 4, 41)

  • En tiempos de Saúl combatieron contra los agareos, y estos cayeron en sus manos. Así ocuparon sus campamentos por toda la parte oriental de Galaad. (I Crónicas 5, 10)

  • Todos ellos fueron registrados en tiempos de Jotám, rey de Judá, y de Jeroboám, rey de Israel. (I Crónicas 5, 17)

  • Los descendientes de Tolá fueron Uzi, Refaías, Ieriel, Iajmai, Ibsam y Samuel, hombres valerosos y jefes de las familias de Tolá; su número, en tiempos de David, según sus listas genealógicas, era de 22.600 hombres. (I Crónicas 7, 2)

  • Hombres de Isacar, expertos en el conocimiento de los tiempos, para discernir lo que Israel debía hacer: 200 jefes, y todos sus hermanos bajo sus órdenes. (I Crónicas 12, 33)

  • Entonces traeremos junto a nosotros el Arca de nuestro Dios, ya que no nos hemos preocupado de ella en los tiempos de Saúl". (I Crónicas 13, 3)

  • Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y todo el mobiliario de la sala llamada Bosque del Líbano, de oro fino; no se usaba la plata, a la que en tiempos de Salomón no se la tenía en cuenta para nada. (II Crónicas 9, 20)

  • Jeroboám ya no recuperó su poderío en los tiempos de Abías: el Señor lo hirió gravemente y él murió. (II Crónicas 13, 20)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina