Löydetty 62 Tulokset: Tesoro

  • Si le parece bien, se dará por escrito la orden de eliminarlos. Y yo depositaré diez mil talentos de plata en las manos de los administradores, para que ingresen en el tesoro real". (Ester 3, 9)

  • Mardoqueo lo puso al tanto de lo que sucedía y de la suma de dinero que Amán había prometido entregar al tesoro real por el exterminio de los judíos. (Ester 4, 7)

  • a los que ansían en vano la muerte y la buscan más que a un tesoro, (Job 3, 21)

  • Abrió su tesoro y pagó a las tropas el sueldo de un año, ordenándoles que estuvieran preparadas para cualquier eventualidad. (I Macabeos 3, 28)

  • Entonces advirtió que se le había acabado el dinero del tesoro y que los tributos de la región eran escasos, debido a las disensiones y calamidades que él había provocado en el país, al suprimir las costumbres vigentes desde tiempo inmemorial. (I Macabeos 3, 29)

  • Todos aquellos que por una deuda al Tesoro real o por cualquier otra causa se refugien en el Templo de Jerusalén o en alguna de sus dependencias, quedarán absueltos, ellos con las posesiones que tengan en mi reino. (I Macabeos 10, 43)

  • "Tenemos en nuestro poder a tu hermano Jonatán por las deudas contraídas con el tesoro real en el desempeño de su cargo. (I Macabeos 13, 15)

  • y que se guardaran copias en el Tesoro del Templo a disposición de Simón y de sus hijos. (I Macabeos 14, 49)

  • A partir de este momento, se te condona todo lo que adeudas al tesoro real y todo lo que adeudarás en el futuro. (I Macabeos 15, 8)

  • y le comunicó que el tesoro de Jerusalén estaba repleto de incontables riquezas, tanto que la cantidad de dinero era incalculable y muy superior al presupuesto de los sacrificios, y nada impedía que fuera puesto a disposición del rey. (II Macabeos 3, 6)

  • Pero Heliodoro, siguiendo las ordenes del rey, sostenía inflexiblemente que aquellas riquezas debían ser confiscadas en beneficio del tesoro real. (II Macabeos 3, 13)

  • Pero cuando ya se encontraba con su escolta junto al Tesoro, el Soberano de los espíritus y de toda Potestad se manifestó tan esplendorosamente que todos los que se habían atrevido a venir con él, heridos por el poder de Dios, quedaron sin fuerzas y acobardados. (II Macabeos 3, 24)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina