Löydetty 227 Tulokset: Santuario

  • Ese tributo sagrado estará distribuido de la siguiente manera: a los sacerdotes les corresponderá una extensión de doce mil quinientos metros de largo por el norte, de cinco mil metros de ancho por el oeste, de cinco mil metros de ancho por el este, y de doce mil quinientos metros de largo por el sur. El Santuario del Señor estará en el medio. (Ezequiel 48, 10)

  • El resto será para el príncipe, a uno y otro lado de la parte reservada y de la que pertenece a la ciudad. A él le corresponderá una extensión de doce mil quinientos metros por el lado este, hasta la frontera oriental; y de doce mil quinientos metros por el lado oeste, hasta la frontera occidental, a lo largo de las otras partes. La parte reservada y el Santuario del templo quedarán en el medio. (Ezequiel 48, 21)

  • Se agrandó hasta llegar al Jefe del Ejército y le suprimió el sacrificio perpetuo; el lugar de su Santuario fue avasallado, (Daniel 8, 11)

  • Y ahora, Dios nuestro, escucha la oración y las súplicas de tu servidor, y a causa de ti mismo, Señor, que brille tu rostro sobre tu Santuario desolado. (Daniel 9, 17)

  • Fuerzas enviadas por él atacarán, profanarán el Santuario y la Ciudadela, abolirán el sacrificio perpetuo e instalarán la Abominación de la desolación. (Daniel 11, 31)

  • Pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque este es un santuario del rey, un templo del reino". (Amós 7, 13)

  • Entonces los que están lejos vendrán y reconstruirán el Santuario del Señor. Así sabrán que me envió a ustedes el Señor de los ejércitos. Esto sucederá si escuchan verdaderamente la voz del Señor, su Dios. (Zacarías 6, 15)

  • ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: "Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale"! (Mateo 23, 16)

  • ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? (Mateo 23, 17)

  • Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita. (Mateo 23, 21)

  • Así caerá sobre ustedes toda la sangre inocente derramada en la tierra, desde la sangre del justo Abel, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que ustedes asesinaron entre el santuario y el altar. (Mateo 23, 35)

  • le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. (Lucas 1, 9)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina