Löydetty 940 Tulokset: País

  • Así podrán vivir entre nosotros y tendrán el país a su disposición para instalarse en él, para recorrerlo libremente y adquirir propiedades". (Génesis 34, 10)

  • "Estos hombres son nuestros amigos. Dejen que se instalen en el país y que puedan recorrerlo libremente; aquí hay bastante espacio para ellos. Nosotros nos casaremos con sus hijas, y les daremos en cambio a las nuestras. (Génesis 34, 21)

  • Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví: "Ustedes me han puesto en un grave aprieto, haciéndome odioso a los cananeos y perizitas que habitan en este país. Yo dispongo de pocos hombres, y si ellos se unen contra mí y me atacan, seré aniquilado con toda mi familia". (Génesis 34, 30)

  • Coré, Gaetám y Amalec. Estos son los clanes de Elifaz en el país de Edóm, los que descienden de Adá. (Génesis 36, 16)

  • Los hijos de Reuel, hijo de Esaú, fueron los clanes de Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. Estos son los clanes de Reuel en el país de Edóm, los que descienden de Basmat. (Génesis 36, 17)

  • Disón, Eser y Disán. Estos son los clanes de los hurritas, hijos de Seír, en el país de Edóm. (Génesis 36, 21)

  • Los reyes que reinaron en el país de Edóm antes que ningún rey reinara sobre los israelitas son los siguientes: (Génesis 36, 31)

  • Cuando murió Iobab, lo sucedió Jusám, del país de los temanitas. (Génesis 36, 34)

  • Porque yo fui traído por la fuerza del país de los hebreos, y aquí no hice nada para que me pusieran en la cárcel". (Génesis 40, 15)

  • Pero inmediatamente después, sobrevendrán siete años de hambre, durante los cuales en Egipto no quedará ni el recuerdo de aquella abundancia, porque el hambre asolará al país. (Génesis 41, 30)

  • Además, el Faraón deberá establecer inspectores en todo el país y exigir a los egipcios la quinta parte de las cosechas durante los siete años de abundancia. (Génesis 41, 34)

  • Así el país tendrá una reserva de alimentos para los siete años de hambre que vendrán sobre Egipto, y no morirá de inanición". (Génesis 41, 36)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina