Löydetty 262 Tulokset: Obras

  • Y cuando el justo se aparte de su justicia para hacer el mal, yo lo haré tropezar, y él morirá porque tú no se lo has advertido: morirá por su propio pecado y no le serán tenidas en cuenta sus obras de justicia, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. (Ezequiel 3, 20)

  • En todos los lugares donde ustedes habiten, las ciudades quedarán en ruinas y los lugares altos serán devastados. Así quedarán en ruinas y execrados sus altares, destrozados y arrasados sus ídolos, derribados sus braseros para el incienso y aniquiladas sus obras. (Ezequiel 6, 6)

  • ahí queda un resto de sobrevivientes que hacen salir a sus hijos y a sus hijas y vienen adonde están ustedes. Ustedes verán su mala conducta y sus obras, y se consolarán de la desgracia que atraje sobre Jerusalén, de todo lo que mandé contra ella. (Ezequiel 14, 22)

  • Ellos los consolarán, porque ustedes verán su mala conducta y sus obras, y así sabrán que no sin motivo hice todo esto en la ciudad -oráculo del Señor-. (Ezequiel 14, 23)

  • Pero si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿acaso vivirá? Ninguna de las obras justas que haya hecho será recordada: a causa de la infidelidad y del pecado que ha cometido, morirá. (Ezequiel 18, 24)

  • Porque tú eres justo en todo lo que has hecho por nosotros, todas tus obras son verdaderas, tus caminos son rectos y todos tus juicios son verdad. (Daniel 3, 27)

  • Líbranos conforme a tus obras maravillosas, y da gloria a tu Nombre, Señor. (Daniel 3, 43)

  • Todas las obras del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente! (Daniel 3, 57)

  • Ahora yo, Nabucodonosor, glorifico, exalto y celebro al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia. Y él tiene poder para humillar a los que caminan con arrogancia. (Daniel 4, 34)

  • El Señor estuvo atento a estas calamidades y las descargó sobre nosotros, porque el Señor, nuestro Dios, es justo en todas las obras que hizo; pero nosotros no hemos escuchado su voz. (Daniel 9, 14)

  • Señor, por todas tus obras de justicia, que tu ira y tu furor se aparten de tu Ciudad, de Jerusalén, tu santa Montaña. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el escarnio de todos los que nos rodean. (Daniel 9, 16)

  • Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. (Mateo 5, 16)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina