Löydetty 240 Tulokset: Libro de Esdras

  • En aquel tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo jamás, desde que existe una nación hasta el tiempo presente. En aquel tiempo, será liberado tu pueblo: todo el que se encuentre inscrito en el Libro. (Daniel 12, 1)

  • En cuanto a ti, Daniel, oculta estas palabras y sella el Libro hasta el tiempo del Fin. Muchos buscarán aquí y allí, y aumentará el conocimiento". (Daniel 12, 4)

  • Oráculo sobre Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcós. (Nahún 1, 1)

  • Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. (Marcos 1, 2)

  • Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? (Marcos 12, 26)

  • como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. (Lucas 3, 4)

  • Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: (Lucas 4, 17)

  • Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. (Lucas 4, 20)

  • si el mismo David ha dicho en el Libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, (Lucas 20, 42)

  • Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. (Juan 6, 45)

  • Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. (Juan 20, 30)

  • En mi primer Libro, querido Teófilo, me referí a todo lo que hizo y enseñó Jesús, desde el comienzo, (Hechos 1, 1)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina