Löydetty 567 Tulokset: Ley

  • El gobernador leyó la carta y preguntó de qué provincia era. Al saber que era de Cilicia, (Hechos 23, 34)

  • Ha intentado incluso profanar el Templo, y por eso, nosotros lo detuvimos. Queríamos juzgarlo de acuerdo con nuestra Ley, (Hechos 24, 6)

  • Pero sí te confieso que sirvo al Dios de mis padres, siguiendo el Camino que mis acusadores consideran una secta. Creo en todo lo que está contenido en la Ley y escrito en los Profetas, (Hechos 24, 14)

  • Pablo se defendía diciendo: «Yo no he cometido ninguna falta contra la Ley de los judíos, ni contra el Templo, ni contra el Emperador». (Hechos 25, 8)

  • Entonces fijaron un día para encontrarse con él, y fueron a verlo en mayor número al lugar donde se alojaba. Pablo les habló durante todo el día sobre el Reino de Dios, dándoles toda clase de testimonio y tratando de persuadirlos para que creyeran en Jesucristo, a partir de la Ley de Moisés y de los Profetas. (Hechos 28, 23)

  • En efecto, todos los que hayan pecado sin tener la Ley de Moisés perecerán sin esa Ley; y los que hayan pecado teniendo la Ley serán juzgados por ella, (Romanos 2, 12)

  • porque a los ojos de Dios, no son justos los que oyen la Ley, sino los que la practican. (Romanos 2, 13)

  • Cuando los paganos, que no tienen la Ley, guiados por la naturaleza, cumplen las prescripciones de la Ley, aunque no tengan la Ley, ellos son ley para sí mismos, (Romanos 2, 14)

  • y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa, (Romanos 2, 15)

  • Pero tú, que te precias de ser judío; tú que te apoyas en la Ley y te glorías en Dios; (Romanos 2, 17)

  • tú que dices conocer su voluntad e, instruido por la Ley, pretendes discernir lo mejor, (Romanos 2, 18)

  • tú que instruyes a los ignorantes y eres maestro de los simples, porque tienes en la Ley la norma de la ciencia y de la verdad; (Romanos 2, 20)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina