Löydetty 34 Tulokset: Levanté

  • ¿qué haré cuando Dios se levante, qué le replicaré cuando me pida cuenta? (Job 31, 14)

  • Si caen, uno levanta a su compañero; pero ¡pobre del que está solo y se cae, sin tener a nadie que lo levante! (Eclesiastés 4, 10)

  • Me levanté para abrirle a mi amado, y mis manos destilaron mirra, fluyó mirra de mis dedos, por el pasador de la cerradura. (Cantar 5, 5)

  • Levanté mi carpa en las alturas, y mi trono estaba en una columna de nube. (Eclesiástico 24, 4)

  • ¡Entren en las cavernas de las rocas y en las cuevas del suelo, lejos del Terror del Señor y del esplendor de su majestad, cuando él se levante para llenar la tierra de espanto! (Isaías 2, 19)

  • y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las grietas de los peñascos, lejos del Terror del Señor y del esplendor de su majestad, cuando él se levante para llenar la tierra de espanto. (Isaías 2, 21)

  • Mi carpa ha sido devastada y se han roto todas mis cuerdas. Mis hijos me dejaron, ya no están más, no hay nadie que despliegue mi carpa y levante mis toldos. (Jeremías 10, 20)

  • Yo me levanté y salí al valle: la gloria del Señor estaba allí como la gloria que había visto junto al río Quebar, y caí con el rostro en tierra. (Ezequiel 3, 23)

  • Él me dijo: "Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia el norte". Yo levanté mis ojos hacia el norte y vi que al norte de la puerta del altar, justo a la entrada, estaba el Ídolo de los celos. (Ezequiel 8, 5)

  • para que ningún árbol plantado junto a las aguas se eleve tan alto ni levante su copa entre las nubes, y para que ningún árbol bien regado intente erguirse hasta ellas con toda su altura. ¡Porque todos están destinados a la muerte, a las regiones profundas, en medio de los seres humanos que bajan a la Fosa! (Ezequiel 31, 14)

  • Dejaré consternados por tu causa a pueblos numerosos; se erizarán los cabellos de sus reyes, a causa de ti, cuando levante mi espada contra ellos, y temblarán estremecidos, cada uno por su propia vida, en el día de tu caída. (Ezequiel 32, 10)

  • Al cabo de los días fijados, yo, Nabucodonosor, levanté mis ojos hacia el cielo, y recobré la razón. Entonces bendije al Altísimo, glorifiqué y celebré al que vive eternamente, cuyo dominio es un dominio eterno y cuyo reino dura de generación en generación. (Daniel 4, 31)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina