Löydetty 26 Tulokset: Jope

  • Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto con motivo de la entronización del rey Filométor. Cuando Antíoco supo que aquel se había convertido en su adversario político, se preocupó por su propia seguridad. Por eso, al pasar por Jope, se desvió hacia Jerusalén. (II Macabeos 4, 21)

  • Algunos habitantes de Jope, por su parte, perpetraron un enorme crimen. En efecto, invitaron a los judíos que vivían con ellos a subir con sus mujeres e hijos a unas embarcaciones que habían equipado, disimulando las malas intenciones que tenían contra ellos. (II Macabeos 12, 3)

  • Como las puertas de la ciudad estaban cerradas, se retiró con la intención de volver y exterminar por completo la población de Jope. (II Macabeos 12, 7)

  • Pero Jonás partió para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Bajó a Jope y encontró allí un barco que zarpaba hacia Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. (Jonás 1, 3)

  • Entre los discípulos de Jope había una mujer llamada Tabitá, que quiere decir «gacela». Pasaba su vida haciendo el bien y repartía abundantes limosnas. (Hechos 9, 36)

  • Como Lida está cerca de Jope, los discípulos, enterados de que Pedro estaba allí, enviaron a dos hombres para pedirle que acudiera cuanto antes. (Hechos 9, 38)

  • La noticia se extendió por toda la ciudad de Jope, y muchos creyeron en el Señor. (Hechos 9, 42)

  • Pedro permaneció algún tiempo en Jope, en la casa de un curtidor llamado Simón. (Hechos 9, 43)

  • Envía ahora algunos hombres a Jope en busca de Simón, llamado Pedro, (Hechos 10, 5)

  • Después de haberles contado lo sucedido, los envió a Jope. (Hechos 10, 8)

  • Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope. (Hechos 10, 23)

  • Manda a buscar a Simón, llamado Pedro, que está en Jope, a la orilla del mar, en la casa de Simón el curtidor". (Hechos 10, 32)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina