Löydetty 334 Tulokset: Cristo resucitado

  • Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. (Mateo 1, 16)

  • El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. (Mateo 1, 17)

  • Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: (Mateo 11, 2)

  • y él dijo a sus allegados: «Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos». (Mateo 14, 2)

  • Ordena que el sepulcro sea custodiado hasta el tercer día, no sea que sus discípulos roben el cuerpo y luego digan al pueblo: "¡Ha resucitado!". Este último engaño sería peor que el primero». (Mateo 27, 64)

  • No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, (Mateo 28, 6)

  • y vayan en seguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán". Esto es lo que tenía que decirles». (Mateo 28, 7)

  • El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos». (Marcos 6, 14)

  • Pero Herodes, al oír todo esto, decía: «Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado». (Marcos 6, 16)

  • Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. (Marcos 9, 41)

  • pero él les dijo: «No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. (Marcos 16, 6)

  • Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. (Marcos 16, 9)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina