Löydetty 1659 Tulokset: Casa de Obed-Edom
Si necesitan alguna aclaración, que le pregunten al marido en su casa, porque no está bien que la mujer hable en las asambleas. (I Corintios 14, 35)
El primer día de la semana, cada uno de ustedes guarde en su casa lo que haya podido ahorrar, para que las donaciones no se recojan solamente a mi llegada. (I Corintios 16, 2)
Las Iglesias de la provincia de Asia les envían saludos. También los saludan en el Señor, Aquila y Priscila, junto con los hermanos que se congregan en su casa. (I Corintios 16, 19)
Nosotros sabemos, en efecto, que si esta tienda de campaña -nuestra morada terrenal- es destruida, tenemos una casa permanente en el cielo, no construida por el hombre, sino por Dios. (II Corintios 5, 1)
Reciban el saludo de todos los santos, especialmente los de la casa imperial. (Filipenses 4, 22)
Saluden a los hermanos de Laodicea, especialmente a Ninfas y a la Iglesia que se reúne en su casa. (Colosenses 4, 15)
Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia con toda dignidad. (I Timoteo 3, 4)
Porque si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar la Iglesia de Dios? (I Timoteo 3, 5)
Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (I Timoteo 3, 12)
por si me atraso. Así sabrás cómo comportarte en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. (I Timoteo 3, 15)
Además, si no tienen nada que hacer, acaban yendo de casa en casa y se dedican a charlar y a curiosear, ocupándose en lo que no les importa. (I Timoteo 5, 13)
En una casa grande, no todos los recipientes son de oro o de plata, sino que también hay recipientes de madera y de barro. Unos se destinan a usos nobles, y otros, a usos comunes. (II Timoteo 2, 20)