Löydetty 33 Tulokset: Antioquía

  • El rey, por su parte, tomó consigo la otra mitad del ejército y partió de Antioquía, capital de su reino, el año ciento cuarenta y siete. Después de atravesar el río Éufrates, recorrió las provincias de la meseta. (I Macabeos 3, 37)

  • Al ver la derrota sufrida por sus tropas y la intrepidez de los soldados de Judas, que estaban resueltos a vivir o a morir heroicamente, Lisias volvió a Antioquía, donde reclutó mercenarios con la intención de regresar a Judea con fuerzas más numerosas. (I Macabeos 4, 35)

  • Luego partió rápidamente y volvió a Antioquía, donde encontró a Filipo dueño ya de la ciudad: lo atacó y ocupó la ciudad por la fuerza. (I Macabeos 6, 63)

  • y Alejandro, muy contrariado por esta noticia regresó a Antioquía. (I Macabeos 10, 68)

  • Después entró en Antioquía y se ciñó la corona de Asia, poniendo así sobre su frente dos coronas, la de Egipto y la de Asia. (I Macabeos 11, 13)

  • Jonatán le envió a Antioquía tres mil soldados aguerridos, y cuando se presentaron al rey, este se alegró de su llegada. (I Macabeos 11, 44)

  • Trifón se apoderó de los elefantes y ocupó Antioquía. (I Macabeos 11, 56)

  • Cuando Onías tuvo la evidencia de lo sucedido, se lo reprochó, después de haberse retirado a Dafne, ciudad que estaba cerca de Antioquía y gozaba de inmunidad. (II Macabeos 4, 33)

  • Antíoco, después de haber sacado del Templo mil ochocientos talentos, partió en seguida para Antioquía, creyendo presuntuosamente que era capaz de navegar por la tierra y caminar por el mar: tal era la arrogancia de su corazón. (II Macabeos 5, 21)

  • quedó humillado con el auxilio del Señor por los mismos que él despreciaba como los más viles. Despojado de sus lujosas vestiduras, solo y errante por los campos como un fugitivo, llegó a Antioquía con mucha más suerte que su ejército, que había sido destruido. (II Macabeos 8, 35)

  • Pero en lo que respecta a lo que él consideró que debía someter al juicio del rey, envíennos urgentemente a alguien con instrucciones detalladas sobre el particular, para que las expongamos como les conviene a ustedes, ya que vamos a ir a Antioquía. (II Macabeos 11, 36)

  • En ese momento supo que Filipo, a quien había dejado en Antioquía al frente del gobierno, se había sublevado. Muy consternado, mandó llamar a los judíos y juró someterse a sus legítimas demandas. Después de esta reconciliación, ofreció un sacrificio, honró al Santuario y se mostró generoso con el Lugar santo. (II Macabeos 13, 23)


“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina