Löydetty 3879 Tulokset: �porque
¡Que se alegren entonces el cielo y sus habitantes, pero ay de ustedes, tierra y mar, porque el Diablo ha descendido hasta ustedes con todo su furor, sabiendo que le queda poco tiempo!». (Apocalipsis 12, 12)
y todos adoraron al Dragón porque él le había cedido el poder, y también adoraron a la Bestia, diciendo: «¿Quién se le puede igualar y quién puede luchar contra ella?». (Apocalipsis 13, 4)
Para esto se precisa sutileza. El que tenga inteligencia calcule la cifra de la Bestia, porque es una cifra humana: 666. (Apocalipsis 13, 18)
El proclamaba con voz potente: «Teman a Dios y glorifíquenlo, porque ha llegado la hora de su Juicio: adoren a aquel que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales». (Apocalipsis 14, 7)
Luego escuché una voz que me ordenaba desde el cielo: «Escribe: ¡Felices los que mueren en el Señor! Sí -dice el Espíritu- de ahora en adelante, ellos pueden descansar de sus fatigas, porque sus obras los acompañan». (Apocalipsis 14, 13)
En seguida salió del Templo otro Ángel y gritó con voz potente al que estaba sentado sobre la nube: «Empuña tu hoz y siega, porque ha llegado el tiempo de la cosecha y los sembrados de la tierra están maduros». (Apocalipsis 14, 15)
Y salió del altar otro Ángel -el que tiene poder sobre el fuego- y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: «Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque han llegado a su madurez». (Apocalipsis 14, 18)
Sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque se ha manifestado la justicia de tus actos». (Apocalipsis 15, 4)
Ellos lucharán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de los señores y Rey de los reyes. Con él triunfarán también los suyos, los que han sido llamados, los elegidos, los fieles. (Apocalipsis 17, 14)
Porque Dios les ha inspirado que ejecuten lo que él ha decidido, poniéndose de acuerdo para entregar su poder real a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17, 17)
Porque todos los pueblos han bebido el vino embriagante de su prostitución, los reyes de la tierra han fornicado con ella y los comerciantes del mundo se han enriquecido con su lujo desenfrenado». (Apocalipsis 18, 3)
Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades. (Apocalipsis 18, 5)