Löydetty 140 Tulokset: �Cualquier
"Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que hay una ley según la cual debe morir cualquier hombre o mujer que se presente ante el rey, en el atrio interior, sin haber sido llamado. Esto, a menos que el rey extienda hacia él su cetro de oro para perdonarle la vida. En cuanto a mí, ya hace treinta días que no he sido llamada a la presencia del rey". (Ester 4, 11)
En dichos documentos, el rey facultaba a los judíos, en cualquier ciudad donde estuvieran, a reunirse y defender sus vidas, a destruir, matar y eliminar, incluyendo a los niños y mujeres, a toda la gente armada de cualquier provincia o pueblo que los atacaran, y también a saquear sus bienes. (Ester 8, 11)
sabes que yo detesto la gloria de los impíos y me horroriza el lecho de los incircuncisos y el de cualquier extranjero. (Ester 14, 15)
se benefició con los sentimientos de humanidad que manifestamos hacia cualquier nación, hasta el punto de ser llamado nuestro "padre" y de ver que todo el mundo se postraba ante él, porque había obtenido el segundo lugar en el reino. (Ester 16, 11)
Cualquier ciudad o provincia en general que no obre de acuerdo con estas prescripciones, será arrasada sin piedad a sangre y fuego: no sólo resultará intransitable para los hombres, sino que hasta las fieras salvajes y los pájaros le tendrán repulsión para siempre". (Ester 16, 24)
Tierno aún, y sin que nadie lo corte, se seca más pronto que cualquier otra hierba. (Job 8, 12)
Dios es un Juez justo y puede irritarse en cualquier momento. (Salmos 7, 12)
Contigo puedo asaltar una muralla; con mi Dios, puedo escalar cualquier muralla. (Salmos 18, 30)
Pero morirán como cualquier hombre, caerán como cualquiera de los príncipes. (Salmos 82, 7)
Abrió su tesoro y pagó a las tropas el sueldo de un año, ordenándoles que estuvieran preparadas para cualquier eventualidad. (I Macabeos 3, 28)
Si una guerra amenaza primero a Roma, o a cualquiera de sus aliados, en cualquier parte de sus dominios, (I Macabeos 8, 24)
A todo judío llevado cautivo de Judá a cualquier parte de mi reino, le concedo la libertad gratuitamente, y ninguno estará obligado a pagar impuestos, ni siquiera los del ganado. (I Macabeos 10, 33)
