Löydetty 14 Tulokset: zarza

  • Entonces fue cuando el Angel de Yavé se presentó a él, como una llama ardiente en medio de una zarza. Moisés estuvo observando: la zarza ardía, pero no se consumía. (Exodo 3, 2)

  • Y se dijo: «Voy a dar una vuelta para mirar esta cosa tan extraordinaria:¿por qué la zarza no se consume?» (Exodo 3, 3)

  • Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.» (Exodo 3, 4)

  • la tierra generosa y las cosechas abundantes! ¡Descienda sobre la cabeza de José la bendición del que se apareció en la zarza, pues es el elegido entre sus hermanos! (Deuteronomio 33, 16)

  • Entonces los árboles dijeron a la zarza: «Ven tú a reinar sobre nosotros.» (Jueces 9, 14)

  • La zarza respondió a los árboles: «Si con sinceridad vienen a ungirme a mí para reinar sobre ustedes, acérquense y cobíjense a mi sombra, y si así no fuera, brote de la zarza fuego que devore los cedros del Líbano.» (Jueces 9, 15)

  • como zarza quemada antes de que claven sus espinas: ¡que los arrebate un torbellino! (Salmos 58, 10)

  • Me rodeaban como avispas, cayeron como zarza que se quema, pues en nombre del Señor los humillé. (Salmos 118, 12)

  • derribaré el muro, y será pisoteada. Ya no la cuidaré en adelante, no se podará ni se limpiará más, sino que crecerán en ella la zarza y el espino, y les mandaré a las nubes que no dejen caer más lluvia sobre ella. (Isaías 5, 6)

  • Son como la zarza de un huerto, sobre la cual vienen a posarse toda clase de pájaros. También estos dioses de madera, dorados y plateados, se asemejan a un cadáver que yace en la oscuridad. (Baruc 6, 70)

  • Y en cuanto a saber si los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el capítulo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? (Evangelio según San Marcos 12, 26)

  • En cuanto a saber si los muertos resucitan, el mismo Moisés lo dio a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. (Evangelio según San Lucas 20, 37)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina