Löydetty 382 Tulokset: tribu de Manasés

  • De la tribu de Neftalí: Cadés en Galilea con sus pastizales, Jammón con sus pastizales y Cariatiarim con sus pastizales. (1 Crónicas 6, 61)

  • Para los demás hijos de Merarí: De la tribu de Zabulón: Rimmón con sus pastizales y Tabor con sus pastizales. (1 Crónicas 6, 62)

  • Y en la otra parte del Jordán, frente a Jericó, al oriente del Jordán, de la tribu de Rubén: Béser en el desierto, con sus pastizales, y Yasá con sus pastizales. (1 Crónicas 6, 63)

  • De la tribu de Gad: Ramot en Galaad con sus pastizales, Majanaim con sus pastizales, (1 Crónicas 6, 65)

  • Hijos de Manasés: Asriel, que le dio a luz su concubina aramea. Esta le dio también a luz a Maquir, padre de Galaad. (1 Crónicas 7, 14)

  • Hijos de Ulam: Bedan. Estos son los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés. (1 Crónicas 7, 17)

  • Y en manos de los hijos de Manasés estaban Betsan y sus aldeas anexas, Meguidó y sus aldeas, Dor y sus aldeas. En ellas habitaron los hijos de José, hijo de Israel. (1 Crónicas 7, 29)

  • En Jerusalén habitaron hijos de Judá, hijos de Benjamín, hijos de Efraím y de Manasés. (1 Crónicas 9, 3)

  • También de Manasés se pasaron algunos a David, cuando éste iba con los filisteos al combate contra Saúl, si bien no peleó al lado de ellos; porque los príncipes de los filisteos después de haberlo hablado entre ellos, lo hicieron volver, diciendo: «A costa de nuestra vida, este hombre se reconciliará con Saúl su señor.» (1 Crónicas 12, 20)

  • Cuando regresó a Siquelag, se unieron a él algunos de los hijos de Manasés: Adná, Yazaba, Jediael, Miguel, Yozabad, Elihú y Siletay, jefes de millares de Manasés. (1 Crónicas 12, 21)

  • De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, nominalmente designados para ir a proclamar rey a David. (1 Crónicas 12, 32)

  • Y de Transjordania, de los rubenitas, de los gaditas y de la media tribu de Manasés, provistos de todos los pertrechos de guerra para la batalla, ciento veinte mil. (1 Crónicas 12, 38)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina