Löydetty 393 Tulokset: siete plagas

  • La expiación por el altar, y luego su consagración durará siete días. En adelante el altar será cosa muy sagrada y todo cuanto toque el altar quedará consagrado. (Exodo 29, 37)

  • Respetarás la fiesta de los ázimos. Comerás pan sin levadura durante siete días, como te lo he ordenado, en el mes de la primavera, porque fue en ese mes de Aviv cuando saliste de Egipto. (Exodo 34, 18)

  • Hizo sus siete lámparas; sus despabiladeras y ceniceros eran de oro puro. (Exodo 37, 23)

  • se pusieron cortinas de siete metros y medio por cada lado, (Exodo 38, 14)

  • y habiendo mojado el dedo en la sangre rociará con ella siete veces hacia el velo del santuario. (Levítico 4, 6)

  • allí mojará su dedo en sangre y hará siete aspersiones hacia el velo. (Levítico 4, 17)

  • Roció con el óleo siete veces el altar y lo ungió con todos los utensilios, así como también la pila y su base, para que quedarán consagrados. (Levítico 8, 11)

  • Ustedes no se apartarán de la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días, pues hasta el séptimo día sus manos quedarán consagradas. (Levítico 8, 33)

  • Ustedes quedarán día y noche a la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días. Ustedes deberán observar estas normas no sea que mueran, pues él mismo lo ordenó así. (Levítico 8, 35)

  • Yavé habló a Moisés para decirle: 2«Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días, igual que en el tiempo de sus reglas. (Levítico 12, 1)

  • Pero si hay en la piel una mancha blanca que no parezca hundida en la piel, y si el pelo no se ha vuelto blanco, el sacerdote recluirá durante siete días al afectado. (Levítico 13, 4)

  • Al séptimo día lo examinará y, si comprueba que la llaga subsiste pero no se ha extendido por la piel, el sacerdote lo recluirá otros siete días. (Levítico 13, 5)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina