Löydetty 13 Tulokset: rescatado

  • Todo primer nacido de burro ha de ser cambiado por un cordero; si no, lo matarás. Tratándose de personas, todo hijo primogénito será rescatado. (Exodo 13, 13)

  • El burro primerizo lo rescatarás con un corderito; en caso de no ser rescatado, será muerto. Rescatarás el primero de tus hijos. No te presentarás ante mí con las manos vacías. (Exodo 34, 20)

  • Si no rescata el campo y lo vende a otro, este campo no podrá ser rescatado en adelante, (Levítico 27, 20)

  • Si se trata de un animal impuro, lo rescatarán según el precio que tú fijes y añadirán la quinta parte del precio: si no es rescatado será vendido según el precio. (Levítico 27, 27)

  • Por esto ningún ser humano consagrado como anatema será rescatado: será muerto. (Levítico 27, 29)

  • y les dije: «Nosotros hemos rescatado en la medida de nuestras fuerzas a nuestros hermanos judíos que eran esclavos. ¿Y ahora son ustedes los que compran a sus hermanos?» Se quedaron callados. No tenían qué contestar. (Nehemías 5, 8)

  • Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío. (Isaías 43, 1)

  • He disuelto tus pecados como una neblina, y tus faltas como se deshace una nube. Vuélvete a mí, pues yo te he rescatado. (Isaías 44, 22)

  • Cielos, griten de alegría, porque Yavé lo ha hecho, y retumben, profundidades de la tierra; cerros y bosques con sus árboles, salten de contento, pues Yavé ha rescatado a Jacob y ha demostrado su poder en Israel. (Isaías 44, 23)

  • Griten de alegría, ruinas de Jerusalén, porque Yavé se ha compadecido de su pueblo y ha rescatado a Jerusalén. (Isaías 52, 9)

  • Porque Yavé ha rescatado a Jacob y lo ha librado de las manos del poderoso. (Jeremías 31, 11)

  • Les daré un silbido para juntarlos, pues yo los he rescatado, y serán tan numerosos como antes. (Zacarías 10, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina